Listo para luchar por lo que ama

El contexto no es el más propicio, con una pésima racha de resultados en lo que va de 2019 y con dedos acusatorios señalando a la planificación y, sobre todo, al entrenador, Pablo Machín; pero el Sevilla sabe que no puede parar a lamerse las heridas, ahora que tiene tanto por lo que pelear. Y qué mejor manera de salir de una crisis que ganando ante su afición y demostrando que está preparado para luchar por lo que más ama: su competición fetiche, esa UEFA Europa League de la que es cinco veces campeón.
Su historia y su prestigioso palmarés blanden el mejor escudo para acudir a la batalla programada en el Ramón Sánchez-Pizjuán para mañana a partir de las 18:55 horas, con el Slavia de Praga como oponente y con la ida de los octavos de final como razón de la contienda. Es el sexto año seguido que los nervionenses se meten entre los 16 mejores de una competición europea, y el club ha tirado de motivación para buscar la comunión ideal entre la grada y el equipo.
Con el lema ‘Lucha por lo que amas’, desde la entidad se han preparado cerca de un centenar de mupis y de marquesinas publicitarias que, desde la mañana de ayer, lucen por toda la ciudad. A ello se unirán un centenar de banderolas que terminarán hoy de engalanar las farolas de Luis de Morales, San Francisco Javier, Eduardo Dato y Kansas City para que el barrio luzca con el aspecto de las grandes citas.
El Sevilla está convirtiendo en cotidiano algo que en tiempos no muy lejanos sería excepcional, como es transitar por la ronda de octavos de competición europea. Esta racha de seis años consecutivos comenzó en la 13/14, cuando eliminó al Betis camino de su tercera Europa League. Un año después, en la trayectoria hacia la cuarta, se deshizo del Villarreal, y, en la 2015/2016, se impuso al Basilea, rumbo hacia la quinta. Hace dos campañas, sufrió la única eliminación de esta serie a manos del Leicester en octavos de la Champions, mientras que el curso pasado eliminó en estas mismas latitudes al Manchester United, también en la máxima competición continental.
Inexpugnables
El sorteo fue muy benévolo con el Sevilla, que debe encontrarse a sí mismo en la competición que más alegrías le ha dado en los últimos años. El Slavia, líder de la Liga de la República Checa y segundo en un grupo europeo con el Zenit y el Girondins de Burdeos, es inferior sobre el papel, pero viene de demostrar en los dieciseisavos, con su goleada en el campo del Genk belga, que está capacitado para dar un buen susto y hurgar en la herida de los de Machín... si a éstos les da por repetir su endeble versión en El Alcoraz de Huesca.
Junto a su estatus y esa fuerza que el equipo recobra cuando juega en este torneo, el Sevilla tiene otro gran aval para soñar con estar en los cuartos, y ése no es otro que su inexpugnable fortín: siete partidos como local en UEL esta campaña, resueltos con pleno de victorias, 24 goles a favor y sólo uno en contra.
El único rival que ha logrado marcar en el Sánchez-Pizjuán es el Standard de Lieja (5-1), mientras que se fueron de vacío el Újpest (4-0), el Zalgiris Vilnius (1-0), el Sigma Olomouc (3-0), el Akhisar (6-0), el Krasnodar (3-0) y la Lazio (2-0).
Su historia y su prestigioso palmarés blanden el mejor escudo para acudir a la batalla programada en el Ramón Sánchez-Pizjuán para mañana a partir de las 18:55 horas, con el Slavia de Praga como oponente y con la ida de los octavos de final como razón de la contienda. Es el sexto año seguido que los nervionenses se meten entre los 16 mejores de una competición europea, y el club ha tirado de motivación para buscar la comunión ideal entre la grada y el equipo.
Con el lema ‘Lucha por lo que amas’, desde la entidad se han preparado cerca de un centenar de mupis y de marquesinas publicitarias que, desde la mañana de ayer, lucen por toda la ciudad. A ello se unirán un centenar de banderolas que terminarán hoy de engalanar las farolas de Luis de Morales, San Francisco Javier, Eduardo Dato y Kansas City para que el barrio luzca con el aspecto de las grandes citas.
El Sevilla está convirtiendo en cotidiano algo que en tiempos no muy lejanos sería excepcional, como es transitar por la ronda de octavos de competición europea. Esta racha de seis años consecutivos comenzó en la 13/14, cuando eliminó al Betis camino de su tercera Europa League. Un año después, en la trayectoria hacia la cuarta, se deshizo del Villarreal, y, en la 2015/2016, se impuso al Basilea, rumbo hacia la quinta. Hace dos campañas, sufrió la única eliminación de esta serie a manos del Leicester en octavos de la Champions, mientras que el curso pasado eliminó en estas mismas latitudes al Manchester United, también en la máxima competición continental.
Inexpugnables
El sorteo fue muy benévolo con el Sevilla, que debe encontrarse a sí mismo en la competición que más alegrías le ha dado en los últimos años. El Slavia, líder de la Liga de la República Checa y segundo en un grupo europeo con el Zenit y el Girondins de Burdeos, es inferior sobre el papel, pero viene de demostrar en los dieciseisavos, con su goleada en el campo del Genk belga, que está capacitado para dar un buen susto y hurgar en la herida de los de Machín... si a éstos les da por repetir su endeble versión en El Alcoraz de Huesca.
Junto a su estatus y esa fuerza que el equipo recobra cuando juega en este torneo, el Sevilla tiene otro gran aval para soñar con estar en los cuartos, y ése no es otro que su inexpugnable fortín: siete partidos como local en UEL esta campaña, resueltos con pleno de victorias, 24 goles a favor y sólo uno en contra.
El único rival que ha logrado marcar en el Sánchez-Pizjuán es el Standard de Lieja (5-1), mientras que se fueron de vacío el Újpest (4-0), el Zalgiris Vilnius (1-0), el Sigma Olomouc (3-0), el Akhisar (6-0), el Krasnodar (3-0) y la Lazio (2-0).