3-0: El Sevilla se asfixia con sus propias manos

Demasiado castigo. Muchos acusarán a Mateu Lahoz, pues la polémica estuvo presente en los tres goles. Pero en realidad, fue un suicidio lo que perpetró el Sevilla en un partido crucial por la cuarta plaza, que vuelve a manos de un Getafe que con muy poco, sin ser superior en el juego, goleó a un conjunto nervionense que ahora queda a dos puntos del conjunto azulón.

De inicio, sorprendió Caparrós con su once, buscando más músculo y altura tanto en la zaga, con Mercado de lateral diestro, lo que hizo que Navas actuase de extremo, como en el centro del campo, devolviendo a Amadou a la titularidad en detrimento de Roque Mesa. Además, su clásico 4-4-2 mutaba a un 4-3-3 en fase ofensiva, ejerciendo el Mudo como falso '9' en la presión, escoltado por Ben Yedder y un Munir peligroso en sus movimientos desde la zurda.

Antes, muchos minutos de tanteo en los que el balón estaba más tiempo en el aire que a ras de hierba. Mucha pelea y poco fútbol, como le gusta a un Getafe que intentaba salir en largo, saltándose su centro del campo, y apretar arriba, colgando algún que otro balón sin peligro sobre el área nervionense.

El Sevilla, sin embargo, logró zafarse de esa tela de araña con más oficio que brillantez. Tocando, obligaba a los azulones a replegarse con posesiones cada vez más largas, si bien la primera ocasión llevó la firma de Jorge Molina, que aprovechó una pérdida de Banega para tirarle un caño a Escudero, pisar área y disparar desviado.

La respuesta blanquirroja llegó con un disparo de Munir desde la frontal que tocó en un defensa y Ben Yedder no logró controlar ante David Soria, despejando Cabrera a córner.

El reloj alcanzaba el primer cuarto de hora y la mejoría sevillista se hacía patente con otra ocasión, esta vez mucho más clara, en el 21’. Mercado colgaba un balón, Djené despejaba y el Mudo, tras bajarla con el pecho, solo en el área, se sacaba una volea que rozaba literalmente el larguero. Se hacían los de Caparrós con el control gracias a la conexión por dentro de Banega y el Mudo, que se descolgaba con acierto, propiciando rápidas salidas que buscaban pillar descolocada a la siempre férrea zaga local.

Mata intentaba responder con un chut que repelía la zaga nervionense, pero era de nuevo el Sevilla el que rozaba el gol en el 26'. Ben Yedder, en un partido muy difícil para su fútbol, no se lo pensaba dos veces desde lejos y se sacaba una potente volea que David Soria despejaba a con una gran parada.

Nadie regalaba ni un metro. La intensidad era máxima en cada balón dividido. Y de ese modo, el Getafe logró romper el ritmo blanquirrojo y trabar de nuevo el partido para sentirse en su salsa. Entre faltas y protestas, tomaba el choque un guion peligroso para los intereses de un Sevilla, que tras una aceptable primera media hora, se hizo el harakiri con dos penaltis infantiles. Primero fue el Mudo el que saltó con las manos arriba en su intento de despejar un balón el interior del área y Mateu Lahoz, tras el clamor del Coliseum, fue a verlo al monitor a indicación del VAR y no lo dudó. Mata lanzó la pena máxima y Vaclik, aunque rozó el esférico, no pudo evitar el 1-0.

Duro mazazo que ponía las cosas muy cuesta arriba. Y más que se pondrían en el epílogo del primer acto. Con un Getafe replegado, el Sevilla respondía con un balón largo de Kjaer que Escudero recogía en banda izquierda, sacando un centro que Ben Yedder remataba en el primer palo, marchándose el cuero a córner.

Pero cualquier atisbo de reacción era derrumbado en la prolongación del primer tiempo con otro absurdo penalti. Esta vez era Escudero el que saltaba de espaldas con los manos extendidas, aunque el balón tocó antes en su cabeza, y Mateu señalaba de nuevo el punto fatídico. Molina lanzaba y engañaba a Vaclik. Y para más inri, Escudero veía la segunda amarilla.

Se ponía el partido en chino. Ante un rival tan rocoso como el madrileño, remontar un 2-0 con uno menos se antojaba una quimera. Y peor que se puso tras el descanso. El Getafe le daba el balón al Sevilla y éste lo intentaba sin fe. Pero en la primera que tuvo, el cuadro azulón hizo el tercero. Gaku metía un pase profundo, Mata se colaba por la banda y su pase atrás retrataba a Kjaer, que en lugar de despejar se dejó ganar la partida por Molina, más inteligente para meter su pierna por detrás mientras el danés rodaba por los suelos pidiendo falta. Gol y sentencia.

Con más de media hora por delante, ya no existía partido. Todos hubieran deseado que se acabase en ese momento. Ni la expulsión de Djené por una falta sobre Navas en el 73', que igualaba las fuerzas numéricamente tras una nueva y prolongada revisión de Mateu en el monitor a pie de campo, sirvió de mínimo acicate para intentar la heroica.
No hubo reacción. Ni siquiera por amor propio. Sólo quedaba ver pasar los minutos y esperar al jueves, cuando el Rayo visitará el Pizjuán y el Madrid el Coliseum. Quedan cinco finales.

-- Ficha técnica:

3.- Getafe: Soria; Bruno, Djené, Ignasi Miquel, Cabrera; Shibasaki (Portillo, min. 61), Arambarri, Maksimovic, Jaime Mata (Ángel, min. 85); Hugo Duro y Jorge Molina (Flamini, min. 77).

0.- Sevilla: Vaclik; Jesús Navas, Mercado, Kjaer, Sergi Gómez, Escudero; Amadou (Roque Mesa, min. 67), Banega (Promes, min. 46) Franco Vázquez; Munir (Rog, min. 69) y Ben Yedder.

Goles: 1-0, min. 35: Jaime Mata, de penalti; 2-0, min. 45+5: Jorge Molina, de penalti; 3-0, min. 53: Jorge Molina.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Amadou (min. 23), Banega (min. 30), Mercado (min. 32), Franco Vázquez (min. 33) por parte del Sevilla y a Jaime Mata (min. 35), Bruno (min. 50) y Cabrera (min. 51) por parte del Getafe. Expulsó al jugador del Sevilla Escudero por doble amonestación (min. 33 y 45+4) y al defensa del Getafe Djené por roja directa (min. 71).

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima tercera jornada de LaLiga Santander disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante 11.495 espectadores.