Vitolo decepciona al Cholo... y a los colchoneros

Vitolo decepciona al Cholo... y a los colchoneros
Vitolo, frente al Cornellá. - A. S.
Alejandro SáezAlejandro Sáez 6 min lectura
Decía el Cholo Simeone durante la previa de la eliminatoria copera que enfrentaba a su equipo, el Atlético Madrid, frente al Cornellá, de Segunda división B, que la cita se afrontaba como "una oportunidad para mostrarse" para los jugadores menos habituales del Atlético. Entre ellos, el exsevillista Vitolo.

Para "gritar que quieren jugar", explicaba el preparador colchonero horas antes de que se certificara la eliminación de los rojiblancos, que no chutaron ni una sola vez entre los tres palos y se vieron superados por el planteamiento ofensivo de Guillermo Fernández Romo.

Y eso, lógicamente, supuso una "oportunidad". Sí, pero para que los aficionados rojiblancos cargaran a través de las redes sociales contra algunos futbolistas del plantel; entre ellos el ex del Sevilla FC. El Atlético desembolsó por el canario una elevada cláusula de rescisión cifrada en 35,8 millones de euros que, tres años y medio después de aquel dispendió, sigue sin justificar la apuesta de los colchoneros. Y es que Vitolo tiene un papel residual en los planes de Simeone, quien no esconde su decepción con el extremo grancanario. 

Una decepción que, tras lo vivido en Copa este miércoles, podría ir incluso a más. Así, al menos, lo entienden los colchoneros. "Es un fraude, no tiene que jugar más", decía uno de los cientos de seguidores enfadados. Otros, además, lo tachan de "exjugador".

Sin duda, uno de los peores momentos profesionales de Vitolo, quien se marchó del Sevilla FC por la puerta de atrás, prácticamente a escondidas, y tras haber negociado una renovación que acabó en los tribunales. Entre el sevillismo, lógicamente, todo esto sonará al karma. 

Su traición al Sevilla FC y el miedo al karma 

La salida de Vitolo en el verano de 2017 ha sido uno de los episodios negros en la reciente historia del Sevilla FC. Tras cuatro cuatro temporadas en las que ofreció un gran rendimiento como nervionense, el canario decidía marcharse de la peor forma posible, dejando retratado al presidente José Castro, quien anunció su renovación y al día siguiente veía cómo el internacional se marchaba prácticamente a escondidas a la capital de España, junto a su padre, para depositar en LaLiga su cláusula de 35,8 millones de euros y firmar por el Atlético de Madrid, donde su carrera deportiva ha ido claramente a menos.
 
Para más inri, el club colchonero, por entonces sancionado por la FIFA sin poder fichar por su mala praxis en las contrataciones de jugadores en formación, se inventó como argucia una cesión a Las Palmas durante la primera mitad de dicha temporada. Y contra todos ellos cargó el Sevilla FC, denunciando a Vitolo, a su padre, a su agencia de representación, a Las Palmas y al Atlético, al entender que se incumplía un acuerdo de renovación que las partes habían aceptado "mediante mensajes de Whatsapp y correos electrónicos", según explicó en su momento Castro, que entendía que la nueva cláusula del canario se incrementaba en 10 millones de euros.
 
Además, la entidad de Nervión se negó a pagarle el 12,5 por ciento de la plusvalía generada por la venta del futbolista a Las Palmas, como acordaron ambos clubes en 2013, al entender que no debía hacer frente a ese pago al no ser un traspaso en sí, sino una salida vía cláusula. Sin embargo, en mayo de 2018, el Tribunal Arbitral del Fútbol (TAF) estimaba la demanda que interpuso a su vez el conjunto insular contra el Sevilla FC, al que condenaba a pagar 4,1 millones de euros, más el impuesto correspondiente, por ese citado 12,5 %, sentencia que recurrieron los nervionenses y que fue ratificada hace un año por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que añadió a la pena los intereses y las costas.
 
Contra dicha sentencia aún cabe recurso ante el Tribunal Constitucional, pero las aguas parecen haber vuelto a su cauce y, según anunció el propio jugador a través de sus redes sociales, a finales de 2020 se llegó a un acuerdo para zanjar este asunto; en su caso, antes de acudir al juicio por la denuncia de su ex equipo, pues se trata de dos pleitos paralelos. En este caso, el Sevilla FC le reclamaba los 10 millones de más en los que entendía que había quedado fijada su nueva cláusula al renovar verblamente, de los cuales, tras el pacto alcanzado, abonará finalmente 2,5 kilos poniendo así punto y final al caso.
 
"Me siento feliz porque se cierra el conflicto que comenzó hace tiempo. Agradezco el esfuerzo personal y plural por todos, al tiempo que pido disculpas al Sevilla FC, a su presidente y a su afición por lo ocurrido en este proceso. Se pudo hacer mejor y por eso hoy me siento satisfecho de que todo esto acabe bien", aseguró el pasado mes de octubre Vitolo, quien reconocía de este modo sus malos modos y trataba de reconciliarse con un karma que le ha perseguido desde el mismo momento en el que su padre y él se escondieron en un aparcamiento subterráneo de Sevilla para dejar plantado a José Castro.

 
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