El colombiano
Luis Muriel arribó al
Sevilla FC como director deportivo señalado por la sospecha de ser el futbolista más caro de la historia del club hasta ese momento, una losa con la que nunca supo cargar el delantero.
Dotado de calidad y con unos movimientos sobre el campo que recordabar al mejor Ronaldo, su olfato goleador parecía no ser acorde a su inversión. Y rápidamente, como era de esperar, aparecieron las críticas y las presiones por parte de la grada. Una relación tensa y algo tóxica que acabó con el cafetero lejos del Sánchez-Pizjuán un año y medio después, primero a préstamos, en la Fiorentina, para el verano siguiente acabar siendo transferido al
Atalanta, donde volvió a renacer como futbolista tras un despegue inicial en la Serie A como 'viola'.
Desde entonces, su rendimiento ha ido al alza.
Muriel siempre marca, sumando
19 goles y nueve asistencias en 35 partidos con el Atalanta en lo que va de temporada. O lo que es lo mismo,
un tanto cada 60 minutos de juego. Igualito que en Nervión...
Desde que viste la camiseta 'nerazzurri' del Atalanta ha dejado de ser ese talento discontinuo para convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo. Gasperini lo sabe de buena tinta, de ahí que este pasado enero fuera decisivo para vetar la marcha del colombiano.
A pesar de las nuevas limitaciones del gobierno chino para los futbolistas extranjeros,
el Guanghzou Evergrande de Fabio
Cannavaro estaba
dispuesto a triplicar el salario del ex del Sevilla FC, que
actualmente percibe unos 1,8 millones de euros netos por temporada. Una propuesta bastante atractiva en lo económico que, sin embargo, no acabó siendo recicbida con agrado tampoco por parte del propio delantero como de la familia Percassi (propietarios del Atalanta) que sólo estarían dispuestos a desprenderse de Muriel a cambio de una oferta indecente.
Cabe recordar que el Sevilla FC vendió a Muriel por 20 millones de euros, sólo 1'6 millones menos de lo que le costó a Arias, quien desembolsó por él 21'6 kilos.
Con una cifra de 13 millones de euros por amortizar aún en ese momento, el Sevilla FC, ya en manos de Monchi, sacó una plusvalía de unos siete millones de euros (la plusvalía se calcula con el valor neto contable sobre la cantidad que quedaba por amortizar), por lo que a la Sampdoria le correspondió 1'4 millones de la venta en función el 20% que se había reservado previamente. Un mal menor, teniendo en cuenta el bajo rendimiento de Muriel como sevillista y que el Sevilla FC, previamente, también había recogido un kilo por su cesión a la Fiorentina.
Alejandro Sáez3 min lectura