El 2025 está siendo el año de la explosión de Alejandro Davidovich. El español no tuvo su mejor temporada el curso pasado, pero desde el inicio de este las cosas han sido muy diferentes. Ya avisó desde el Open de Australia que estaba muy fino, pero poco a poco según ha ido avanzando el curso lo ha demostrado, hasta convertirse por mérito propio en una de las grandes referencias del circuito, exactamente entre los 8 mejores de la 'race'. En los últimos torneos ha dado un salto aún más grande, al llegar a las semifinales del Masters 1000 de Montecarlo o los cuartos de final del Conde de Godó. Sin embargo, a partir de ahora se le complican las cosas. El motivo no es otro que el calendario, ya que los Masters 1000 de dos semanas son un "calvario" para él.
Comienza el Mutua Madrid Open, el torneo por excelencia del tenis español, y en él parte como uno de los grandes candidatos, pero el lastre del calendario le puede hacer daño. Que el Mutua o los siguientes Masters 1000 sean a dos semanas, al final, no es tan fácil como si fuese de una". El motivo es que a él le cuesta estar concentrado de la misma manera e ir alternando esfuerzos para estar bien durante las dos semanas. "Es duro el estar enfocado un día sí, un día no, un día sí, entonces vamos a ver cómo se van dando las primeras rondas".
En lo que se refiere al torneo, llega sin expectativas alguna, pero eso sí, con muchas ganas y mucha ilusión, a "disfrutar de cada partido". Aunque tiene claro que en este evento todo el mundo juega muy bien y es complicado, por lo que va a ser clave adaptarse bien. "Las condiciones cambian un poco a lo que estoy jugando durante todo el año y ya veremos cómo van durante esta semana los entrenos". A su favor está el hecho de juegar en casa, algo que aunque a veces fue un problema, ahora le ayuda a mejorar y crecerse.
"Cuando empezaba a jugar el Mutua o en Barcelona, cuando estaba a principio de mi carrera, sí que estaba más nervioso, pero creo que con los años te vas dando cuenta que hay que gestionar bien esa presión, esos nervios y poner en la balanza que, al final, aquí el público, en las dos semanas que tenemos en todo el año, están contigo a full y, al final, eso también te tiene que dar esa parte de motivación para dar ese extra".
En los últimos tiempos el dopaje es cada vez más estresante para los tenistas, y en su caso reconoce que va con mucha cautela. "Tenemos que tener mucho cuidado con a quien tocamos, sobre todo a quien tocamos, porque, por ejemplo, si tienes una crema que para mí me da doping, ¿cómo demuestro yo que no estaba tomando o echándome esa crema?". Y es que en los últimos tiempos son cada vez más exigentes "por mínimas cosas", aunque no niega que esté sesgado el proceso. "Después para unos son muy beneficiosos y para otros no son tanto, entonces, la política manda".