La caída más dolorosa de Djokovic en Shanghái, su lesión y una complicada decisión de futuro
El serbio ha aguantado estoicamente a todos los problemas físicos que le han ido apareciendo durante el Masters 1000 disputado en tierras chinas. Su adiós en semifinales le ha golpeado psicológicamente otra vez

Una imagen vale más que mil palabras. El rostro de Novak Djokovic en la sala de prensa tras su derrota en las semifinales del Masters 1000 de Shanghái lo dijo todo. Sobre todo, cuando le preguntaron por su estado físico por enésima vez.
Y es que el tenista serbio se ha vuelto a llevar un duro mazazo psicológico en su intento por demostrar que todavía está capacitado para dar ruido en el circuito de la ATP. Le tocó medirse a Valentín Vacherot, quien llegó al certamen como número 204 del ránking, para conseguir un billete para su ansiada final.
Sin duda, se trataba de una oportunidad inmejorable del balcánico para intentar volver a conquistar un torneo de prestigio y que fuese el 101 de sus vitrinas. Sobre todo, porque en la final no le esperaban ni Carlos Alcaraz ni Jannik Sinner. Sin embargo, su eterna e inevitable lesión volvió a aparecer. Y esta no es otra que su edad, por más que lo quiera negar. Sus 38 años le han vuelto a jugar una mala pasada en tierras chinas, donde ha terminado en todos sus partidos extenuado y con síntomas de múltiples dolores.
Ha luchado como un auténtico titán porque con el público asiático es con el que más agradecido está, pero la cuerda de su físico sólo le ha dado para alcanzar nuevamente las semifinales. La cadera, el hombro, el tobillo y hasta la humedad le han hecho saber que ya ha tocado techo y que no tiene más nada que demostrar.
Y ante los medios de comunicación se mostró contundente con sus declaraciones. Lo primero que hizo fue alabar a su rival: "Quiero felicitar a Valentin por llegar a su primera final de Masters 1000. Llega desde la fase previa, es una historia increíble. Le dije en la red que había tenido un torneo increíble, pero sobre todo que su actitud es muy buena y que su juego también fue espectacular, así que todo gira en torno a él. Le deseo todo lo mejor en la final, y hoy ganó el mejor jugador".
Posteriormente, acabaría la rueda de prensa de la siguiente manera. Le preguntaron por su estado físico y el balcánico contestó así: "No. Siguiente pregunta, por favor". Nadie se atrevió a lanzarle ninguna otra pregunta viendo su estado emocional, se levantó y se marchó en silencio.
Ahora, le toca meditar muy seriamente sobre su futuro. En primer lugar, deberá elegir en qué torneos participa y cuáles no viendo sus evidentes problemas de salud. Comprometido con la Six Kings Slam, nadie duda de que no faltará a semejante exhibición de 'petrodólares'. Pero el final de curso tiene otros alicientes, más allá de lo económico, que también pueden ser interesantes para el serbio. Europa le espera, más concretamente París. Y también las ATP Finals. Y tras ello, deberá pensar muy bien si en 2026 merece la pena continuar con este nivel de sufrimiento o es mejor colgar la raqueta de manera definitiva.