Carlos Alcaraz hace historia en Wimbledon

Carlos Alcaraz es histórico. Con tan solo 22 años, el tenista español ha logrado meterse por tercera vez consecutiva en la final de Wimbledon. Las dos anteriores ha salido victorioso. Ahora tendrá que esperar qué ocurre en el duelo entre Djokovic y Sinner para conocer quién será su rival en la final del domingo.

El partido ha estado muy igualado durante las casi tres horas de duración, tal y como se podía esperar de un encuentro en el que había tanto nivel. Las cosas empezaron bien para Alcaraz en el primer set. Desde el comienzo dejó pinceladas de su magia, aunque no fue hasta el final del partido cuando destapó por completo el tarro de las esencias. Justo cuando las cosas pintan más feas es cuando los ganadores de verdad se vienen arriba.

Enfrente estaba Taylor Fritz, que no le ha puesto las cosas para nada fáciles al español. Alcaraz ‘regaló’ algunos puntos cuando menos debía y el norteamericano fue enganchándose poco a poco al partido. Eso sí, Fritz dejó claro que lo que temía Juan Carlos Ferrero era verdad. Su juego desde el fondo de la pista ha sido sensacional, sacando por momentos del partido a Carlitos.

No obstante, el español ha sacado a relucir una baza que hasta el momento no había sacado y que a la postre ha resultado clave en el devenir del encuentro: los saques directos. Esto, sumado a lo que Fritz sufría cada vez que tenía que subir a la red. Esto fue detectado a la perfección por Ferrero, que le pidió a su pupilo que repitiera esta fórmula en más ocasiones ya que ahí se mostraba más vulnerable.

Sobreponiéndose a las adversidades

El segundo set fue seguramente el momento más crítico de Alcaraz. En la retransmisión se le veía mal mentalmente e incluso por momentos fuera del partido. Esto se confirmó con la rotura del servicio de Fritz, que puso las tablas en el marcador dejando claro que el murciano iba a tener que sudar en cantidad si quería vencerle.

En el tercer set Alcaraz volvió a ser Alcaraz. En tan solo dos puntos, el español le dio la vuelta al partido, sobre todo en la faceta anímica. Se cambiaron las tornas y ahora era Fritz el que se mostraba alicaído sobre el verde de Wimbledon, a quien tan solo el saque le sirvió para hacerle algo de cosquillas al español, que se mostró muy seguro y finalmente se acabó llevando este set tan importante.

En el último y definitivo set, Carlos Alcaraz volvió a sacar ‘su arma secreta’ en este encuentro. Con una gran cantidad de saques directos, el español iba sacándole ventaja a su rival. Ante esta situación se produjo el momento en el que Fritz volvió a engancharse al partido. Y es que con el cambio de bolas, el norteamericano iba anotando ace tras ace ante la mirada atónita de Carlitos, que poco podía hacer.

Emoción hasta el final sobre en Centre Court

El partido se tuvo que decidir en el tie break. Desde el principio se le puso muy de cara al español, con 4-1 de ventaja. Sin embargo, Fritz le dio la vuelta y en un abrir y cerrar de ojos remontó al 4-6. Aquí fue cuando Alcaraz tragó veneno y demostró por qué es el tenista que es. El español forzó y puso la bola en la línea para cerrar el tie break y convertirse en finalista de Wimbledon.

Ahora toca esperar. Djokovic o Sinner. Junto con el español, los tres tenistas que más han demostrado en el torneo. ¿Será Carlos capaz de repetir gesta y alzar por tercera vez consecutiva Wimbledon?