Djokovic hace de Atenas su jardín para optar a ser su primer campeón

Que a estas alturas del año, cuando apenas restando dos torneos por jugarse, que Novak Djokovic solo haya levantado un solo trofeo es un rara avis brutal. Y es que el serbio ha estado muy cerca de conseguirlo en varias ocasiones, especialmente en el Masters 1000 de Miami, cuando Jakub Mensik lo sorprendió en la gran final. Pero ahí no fue capaz y desde entonces, pese a ser un habitual de rondas finales, con extrañas derrotas como la de Shanghái ante Valentin Vacherot, solo remató la faena en Ginebra. Y ahora tiene una oportunidad de oro en el ATP 250 de Atenas, donde se ha colado en la final.

Las semifinales en la capital griega le enfrentaban al alemán Yannick Hanfmann, al que ha batido sin problemas en dos sets, por 6-3 y 6-4, para colarse en la final 144 de su carrera y ahora se afrontará mañana sábado ante el ganador del choque entre Lorenzo Musetti y Sebastian Korda. El serbio de 38 años, quinta raqueta mundial, tardó una hora y veinte minutos en vencer por tercera vez al germano, 117 del ránking ATP, al que ya había ganado en Ginebra el pasado año y este curso, semanas atrás, en Shanghai.

Ahora el balcánico está a un paso de añadir un nuevo trofeo a su colección y ser el primer campeón en Atenas, un evento nuevo en el calendario del tour que ocupa el lugar del que organizaba el propio jugador, en Belgrado. De hecho, su hermano Marco es el director de este torneo heleno.

La solvencia del 'GOAT'

No tuvo excesivos sobresaltos el ganador de veinticuatro Grand Slam para alcanzar la final tras tomar ventaja en el primer set, después de romper el saque del germano en el cuarto juego y situarse con 4-2, algo que a la postre fue determinante. Después, en el segundo parcial, Hanfmann logró hacer break y ponerse con 3-1 pero Djokovic reaccionó, ganó cuatro juegos seguidos y tomó otra ventaja decisiva para ganar el parcial y el partido. Así que Nole, que busca nuevos retos, ya está a un paso del título 101 de su carrera, el segundo del 2025 tras el de Ginebra que le situarían a dos del suizo Roger Federer, que acabó su carrera con 103 y a ocho de los 109 que consiguió Jimmy Connors, el que más ha conseguido a lo largo de la historia del tenis, lo que aumentaría aún más una leyenda que ya de por sí es superior a todos.