Grigor Dimitrov confiesa su calvario desde el hospital
Grigor Dimitrov fue el protagonista de una de las imágenes más duras de este año en el deporte, cuando se tuvo que retirar ante Jannik Sinner en los cuartos de final de Wimbledon, y ahora ha roto su silencio sobre lo sucedido

El gran momento de esta edición de Wimbledon no ha sido un partido loco, marcado por los puntazos y con un juego superlativo, que ojo, los ha habido, como por ejemplo las semifinales, que han deparado una final entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, al igual que en Roland Garros. Pero lo que pudo cambiarlo todo sucedió este miércoles , cuando el propio Sinner estaba disputando los cuartos de final ante Grigor Dimitrov. El búlgaro estaba arrasando al número 1 del mundo, al punto de que se había llevado los dos primeros sets y en el tercero marchaban 2-2. Sin embargo, ahí, en una volea, sintió algo en el pecho y cayó fulminado al suelo. El diagnóstico fue una rotura del pectoral, lo que dio alas al de San Cándido rumbo a las semifinales.
Las imágenes son de las más duras que hemos visto en los últimos años sobre una pista de tenis, porque lo tenía en su mano para dar la sorpresa de su vida, y más aún viendo lo que sufrió Novak Djokovic, podría haberse colado en la final, pero no pudo ser. Ahora el veterano jugador ha reaparecido, desde el hospital, donde está ingresado para tratarse la lesión, y ha confesado como se siente tras un varapalo tan fuerte: "A veces el corazón quiere seguir delante... pero el universo tiene un plan diferente para nosotros. Tener que retirarme de este partido en Wimbledon fue uno de los momentos más dolorosos de mi carrera".

Eso sí, agradece que todo el mundo se haya volcado con él: "Gracias por la abrumadora ola de amor - de familia, amigos, fans, colegas, a toda la comunidad del tenis... Los mensajes realmente me han levantado en estos tiempos difíciles. Gracias a todos. De verdad. La recuperación comienza ahora. Os veré a todos pronto".
Objetivo, el US Open
Como explica en su publicación, ya está centrado en su recuperación y pensando en su vuelta. A los 34 años no le queda excesivo tenis y tiene que aprovechar para pelear por hacer grandes cosas, más aún ahora que a nivel de juega estaba pasando por un momento dulce. El objetivo no es otro que estar de vuelta a finales de agosto en el US Open, el último grande del curso. Por eso mismo, se va a perder, sobre el papel, los torneos de Bastad, Toronto y Cincinnati. Aunque tras las imágenes que se vieron en la pista central de Wimbledon, verlo en Nueva York ya sería en sí mismo una noticia genial.