Iga Swiatek vuelve a ser la que era
Iga Swiatek está en la final del WTA 1000 de Cincinnati tras pasar por encima de Elena Rybakina y certificar su gran mejora desde que levantó Wimbledon poco más de un mes

Iga Swiatek ha vuelto a ser la que era tras más de un año de agonía. Tras pasar penurias durante meses y meses, hace poco tiempo que en Wimbledon dio un paso de gigante al conquistar uno de los Grand Slams que le faltaban y el que, sobre el papel, menos se asemejaba a sus características. Pero lo logró y así retornó a la élite del circuito, de la que llevaba mucho alejada por culpa de lesiones, desconexiones y sobre todo, de una temporada de tierra batida, su gran especialidad, paupérrima, en la que no fue capaz de defender los miles de puntos por los que luchaba.
No obstante, desde que se coronó en Londres la historia ha sido muy diferente, logrando grandes hazañas que la han devuelto de nuevo a ese mencionado olimpo junto a Coco Gauff y Aryna Sabalenka. Pero más allá de eso, la han hecho certificar su gran paso adelante y situarla como la nueva rival a batir. Un ejemplo claro de ello ha llegado esta semana en el Masters 1000 de Cincinnati, al que llegaba tras pinchar en Toronto, pero poco a poco se ha rehecho, hasta terminar colándose en la semifinal con mucha solvencia.

Mandando de principio a fin
Para lograr esto no lo ha tenido nada fácil, merced a su rival, una Elena Rybakina a la que la muy rápida pista del torneo de Ohio le viene a las mil maravillas. No obstante, una vez que han comenzado las hostilidades ambas han demostrado tener muchas armas para hacerse daño mutuamente. En un primer parcial muy igualado las dos eran capaces de dominar con el saque, el cuál manejaban muy bien, hasta que la kazaja ha pinchado, permitiendo una rotura que a la postre ha sido definitiva para poner el 7 a 5 con el que se ha definido.
La segunda manga ha sido una historia muy distinta, pues desde el primer momento y auspiciada por estar por delante en el marcador, la de Varsovia se ha crecido. Un quiebre temprano le ha colocado por delante y a partir de ahí ha podido construir en base a su saque y a su dominio del juego, imponiendo un ritmo que rompía por completo el de Rybakina. Al final, eso sí, le ha costado cerrar el partido, pero lo ha hecho con un 6-3. Ahora puede descansar, pus le toca esperar rival en la final, que saldrá del duelo entre Jasmine Paolini y Veronika Kudermétova.