Paula Badosa pudo poner fin a todo

Paula Badosa es portada de la nueva edición de L'Equipe Magazine, donde ha desvelado el calvario por el que ha tenido que pasar y que estuvo muy cerca de obligarla a dejarlo todo y retirarse para siempre, pero supo salir

Paula Badosa pudo poner fin a todo
Paula Badosa disputando un partido - Cordon Press

Paula Badosa apenas tiene 27 años, por lo que pese a no ser ya una promesa si que la puede considerar una jugadora joven, o al menos que está llegando a su mejor momento de madurez tenística. Sin embargo, las circunstancias que engloban la vida de la catalana han hecho que ni mucho menos esté teniendo el desarrollo normal de alguien de su edad en el mundo del tenis. Desde que hace casi dos años empezara a tener problemas de espalda, aunque ya había sufrido antes otras molestias físicas, Badosa lo ha pasado muy mal, y de echo, hubo un momento en el que temió por su futuro profesional.

Este mes la catalana es la protagonista de la revista del diario L'Equipe, L'Equipe Magazine, donde hace un repaso de su carrera en los últimos años y sobre todo de su situación actual, donde casi termina por decidir colgar la raqueta, aunque no lo hizo y volvió a ser la gran referencia que era. De hecho, copnfiesa lo mucho que ha cambiado todo para ella en unos meses: "si me lo hubieran preguntado hace un año, con mi espalda tan mal, les habría dicho que todo podía terminar pronto. Ahora quiero seguir". Aunque ahora mismo tampoco está en su mejor momento por la misma molestia.

Un motivo por el que luchar

Lo que si que tiene claro es que para ella jugar no tiene sentido si no es para pelear por ganar los torneos más importantes, y ahí puede estar el momento de decir basta, cuando se esfume la competitividad. "Quizá en tres años no tenga el nivel, o quizá esté en lo más alto. Ese es el verdadero reto. No quiero que suene negativo ni pretencioso, pero para mí, el tenis solo tiene sentido cuando estoy en la cima. Me gusta jugar en pistas centrales, enfrentarme a las mejores del mundo, eso es lo que me motiva”.

Desde que Badosa, que ya de muy pequeña empezó a estar vista como una niña prodigio, comenzó su carrera hasta hoy, ha pasado mucho, pero no esconde lo complicado que ha sido y es todo para ella, al punto de que no es capaz de reconocer si compensa o no el sacrificio. Lo que hizo fue por alcanzar un sueño y, viendo dónde estoy ahora, puede decir "que valió la pena", pero con matices. "Hoy estoy muy feliz y muy orgullosa de haberlo hecho. Pero hay que imaginar la cantidad de sacrificios. Digamos que si tuviera que empezar de nuevo, no lo haría. Porque no es un camino fácil”.