La pesadilla de Carlos Alcaraz se hace realidad en Londres
Carlos Alcaraz va a tener un rival muy duro en la figura de Cameron Norrie, alguien que sobre el papel no debería de ser extremadamente duro, pero al que califica como una 'pesadilla'

No todo son buenas noticias para Carlos Alcaraz en Wimbledon. El murciano está en cuartos de final tras ir superando rondas poco a poco, con más dudas que en otras ocasiones, pero con una solvencia destacada. Hasta ahora no ha encontrado rivales de una grandísima entidad salvo en octavos de final, donde venció en cuatro sets al ruso Andrey Rublev. Sin embargo, ahora no estará ante el peor oponente que le podía tocar -Holger Rune-, pero si tendrá un hueso durísimo y que probablemente hará que eche de menos al danés, el británico Cameron Norrie, un zurdo al que el campeón reinante considera una "pesadilla".
Porque los zurdos son un rara avis tenístico y los que saben aprovecharlo tienen incluso cierta ventaja. Este es el caso del británico, que además lo une a su juego muy defensivo, lo que ayuda a que se convierta en la pesadilla que destaca el murciano. De hecho, a él se le ha hecho pasar muy mal a lo largo de su carrera, en la que se han medido en siete ocasiones, en las que el español ha vencido cuatro veces y perdido dos, en Cincinnati 2022 y en Río de Janeiro 2023.
Y es que Norrie es uno de los zurdos que le han ganado en más de una ocasión a Carlitos, junto a Jack Draper, Thiago Monteiro y Rafa Nadal, en total tiene un registro de 35 triunfos y 10 derrotas contra este tipo de jugadores en su carrera a nivel ATP. De hecho, si Norrie le vence este martes en la pista central de Wimbledon, será el primer zurdo en derrotarle en tres ocasiones.

Sin preparación específica
Esta campaña el de El Palmar no ha jugado contra un zurdo aún en hierba, por lo que tras ganar a Rublev confesó que es probable que usara para preparar el duelo ante Norrie a un sparring zurdo, sin embargo, ha debido de cambiar de idea. Y es que de cara a preparar el el duelo ante el local ha entrenapo durante una hora en el que no ha contado con la presencia de una ayuda de este tipo, aunque es más que consciente de lo que se va a encontrar.
Por otro lado, de esta sesión también se puede sacar en claro que el masaje que recibió en el hombro ayer antes del duelo ante Rublev no se debió a nada más que una molestia puntual y este martes va a estar a tope para medirse a un Norrie al que, pese a todas estas dificultades, debería ganar fácil.