Rafa Nadal pierde su esencia
Rafa Nadal lleva más de cuatro meses retirado y en ese tiempo no ha vuelto a coger una raqueta, pero en cambio si que echa de menos algo que ha perdido por el camino, la competitividad brutal de cuando era profesional

La jubilación no es fácil para prácticamente nadie, pero cuando eres un deportista de élite como se complica más, puesto que el cambio de vida es muy drástico. Más aún siendo uno de los mejores deportistas de la historia como es el caso de Rafa Nadal, quien puso fin a su carrera en noviembre del año pasado y desde entonces sigue buscando acostumbrarse a ser un 'civil'. Tras toda una vida entrenando a diario y más de dos décadas viajando por el mundo y jugando semana tras semana contra los mejores, ahora la leyenda tiene que acostumbrarse a otro ritmo, y no lo lleva del todo bien.
En esta nueva vida en la que se dedica a sus empresas y a dar charlas por el mundo, ha confesado en AS que no ha vuelto a coger una raqueta, al menos de tenis, porque al pádel si que se le ha podido ver jugando. Pero más allá de eso hay algo que echa de menos de su época como profesional, la competición. Porque si algo ha tenido Rafa a lo largo de su vida es que ha sido uno de los mayores competidores que jamás ha dado el deporte y ahora que está parado, no encuentra esa motivación: “He perdido competitividad y eso me enfada. Voy a jugar al golf y no estoy tan concentrado. No entiendo ir a jugar sin un objetivo, más allá de acondicionar el cuerpo”.

El futuro del tenis, a examen
También tuvo tiempo de repasar el futuro de su deporte, el cuál cree que necesita un cambio. "El tenis no ha cambiado prácticamente nada en cuanto a reglas en toda su historia. La gente cada vez es más alta y se mueve mejor. El servicio tiene un impacto decisivo. Si no hay ningún cambio de normas que pueda limitar esa potencia, llegará alguien de más de dos metros y con buena movilidad y no podrás competir contra él, no podrás hacer un break". Aunque reconoce que ese día aún no ha llegado y el ejemplo es Djokovic, que sigue en la cima bordeando los 38 años.#[relacionada;multiple;[proveedor:0;id:488995,488111,488891]]
En el Bernabéu, más nervioso que en Roland Garros
A Rafa Nadal lo hemos visto infinidad de veces en partidos durísimos, sufriendo una agonía, pero siempre muy tranquilo, incluso en los momentos más tensos. Por eso mismo llamó mucho la atención verlo este martes en el palco del Santiago Bernabéu pasarlo sumamente mal en las semifinales de la Copa del Rey entre 'su' Real Madrid y la Real Sociedad. El manacorí, madridista confeso, no pierde oportunidad de acudir al feudo blanco, y en la locura de partido pudo reír, llorar, sufrir y al final celebrar el pase a la final de los blancos, algo que hizo a lo grande cuando el gol de Antonio Rüdiger certificó el logro en la prórroga.