Taylor Fritz estalla por la nueva política de la ATP
Taylor Fritz ha hablado antes de Wimbledon y se ha mostrado totalmente en contra de la nueva política de la ATP en la que los entrenadoras pueden ser protagonistas de los partidos, algo que no casa con como entiende el tenis

El tenis es un deporte que está creciendo a pasos agigantados, ya no por la cantidad de practicantes o por las repercusión, que siempre ha sido infinita, si no por lo rápido que se está adaptando a los nuevos tiempos. La modernidad es algo que siempre se le ha pedido a la ATP, en un intento porque abrace la tecnología, algo que les costó en un principio, pero poco a poco es parte del día a día. Un ejemplo son los jueces de línea, que ya no existen salvo en Roland Garros, pasando al más fiable canto electrónico. Pero hay más novedades, por ejemplo, la del 'coaching', es decir, la posibilidad de que los entrenadores hablen con los jugadores entre los puntos, algo que estaba prohibido, pero ahora es lo normal. Pero no gusta a todos, por ejemplo, el número 6 del mundo, Taylor Fritz, está en contra.
El estadounidense es un tenista que no se suele cortar en sus opiniones y en este caso no ha sido diferente, pues tal y como ha confesado en Tennis Insider Club, para él, que los entrenadores puedan intervenir tan descaradamente en lo que sucede en el juego es algo que no se debería permitir. Y es que para él, el tenis es un deporte individual y se pregunta por qué debería permitirse que alguien más le diga qué hacer durante un partido, algo que va contra lo que él entiende como el juego. "Si no eres lo suficientemente inteligente para descubrirlo tú mismo, eso es parte del juego. La estrategia, los juegos mentales: eso es el tenis. Estamos quitándole eso".

Lejos de volver a perseguirlo, se fomenta
Fritz no es el único al que no le gusta, aunque a la mayoría de jugadores les parece bien tener esa ayuda que pueda permitirles salir de una mala racha y aumentar sus opciones de revertir situaciones donde se les complican los partidos, ya sea por su cabeza o por la imposibilidad de descifrar a sus rivales. Tampoco los torneos del circuito parecen estar en contra, de hecho, todo lo contrario, pues cada vez son más los eventos que les dan la oportunidad a los técnicos de acercarse incluso más a sus pupilos. Normalmente los banquillos están en zonas bajas de las gradas, cerca de la pista, pero hay lugares como el Open de Australia o Queen's, donde se ha probado este curso con unos asientos en un lateral donde los equipos puedan interactuar aún más fácil.
No todos los jugadores llevan bien que les hablen durante los partidos, de hecho, hemos visto varias veces peleas dialécticas muy importantes entre entrenadores y jugadores muy temperamentales. Por ejemplo Alejandro Davidovich, cuando en el Masters 1000 de Montecarlo su técnico se acabó marchando del banquillo. O Daniil Medvedev en repetidas ocasiones, al igual que Holger Rune. Y no son los únicos que no llevan del todo bien un 'exceso' de intervencionismo.