Antonio José Medina5 min lecturaLa NBA arde tras una jornada que deja las series de semifinales al límite. Así está el duelo entre el mejor equipo del Oeste, los Thunder, y los campeones de 2023, los Nuggets, tras el triunfo de los primeros a domicilio que pone el 2-2 y les hace recuperar la ventaja de campo. Y más aún con el 3-1 de los Pacers ante el mejor equipo del Este, unos Cavaliers que se las prometían muy felices tras el tercer partido y que fueron barridos por los de Indianápolis.
Precisamente, en ese partido se vivió la imagen más bochornosa de la noche. El jugador de los Pacers, Bennedict Mathurin, le pegaba un puñetazo en el pecho a De’Andre Hunter, éste respondía con un empujón y desencadenó una trifulca. La pelea se saldó con una expulsión de Mathurin, con una flagrante 2, y una técnica para Hunter y para el jugador de los Pacers Myles Turner, que también participó directamente en la tángana.
El mejor equipo del Este y, durante gran parte de la temporada, también de la NBA, los Cavaliers se había venido arriba con un gran triunfo en el tercer partido de la serie después de las dos primeras sorprendentes derrotas. Pero los Pacers sabían que ésta era su gran oportunidad para sacar una ventaja definitiva y la aprovecharon. Al descanso iban 41 arriba (80-39) y habían sentenciado el partido.
Para colmo, los Pacers, que no veían el aro ni queriendo, perdían a su gran estrella en el descanso. En el calentamiento, Donovan Mitchell se lesionaba el tobillo y decía adiós al partido. Habrá que ver cómo se encuentra de cara a un quinto partido que se jugará en Cleveland.
"Fue un dominio absoluto por su parte, esa es realmente la historia. Nos superaron en todos los aspectos. No fue una cuestión táctica ni nada por el estilo; nos dominaron en cada faceta del juego. Por eso el marcador refleja una diferencia de veinte o, más bien, treinta puntos", aceptó el entrenador de los Cleveland Cavaliers, Kenny Atkinson.
Los Cavaliers tienen ahora una misión que sólo se ha logrado en 13 ocasiones de 293 en la historia de la NBA: remontar un 3-1. Los Pacers sabían que ganar este duelo era la clave y lo dieron todo. El mejor del equipo de Indiana fue Pascal Siakam, que anotó 21 puntos. Myles Turner y Obi Toppin, con 20, le secundaron, mientras que Tyrese Haliburton, héroe de los dos primeros partidos, volvió a tener una mala noche. Se quedó en 11 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias.
Para los cavaliers, Donovan Mitchell sólo pudo anotar los 12 puntos de la primera mitad. Darius Garland anotó 21 puntos e Isaac Okoro hizo 13.
Más igualada está la eliminatoria más espectacular en el Oeste, que se veía como un duelo de MVPs entre Jokic y Gilgeous Alexander, pero que está siendo todo menos eso. Los Thunder contestaron a la derrota in extremis de hace dos días con un triunfo a domicilio que pone el 2-2 en el marcador y en el que el mejor equipo de la NBA en la temporada regular recupera la ventaja de campo.
El choque fue una intensa pelea defensiva que ganó el menos malo. Ni Nikola Jokic (27 puntos, pero con 7 de 22 en tiros con 2 de 8 en triples) ni Shai-Gilgeous Alexander (25 puntos y 8 de 19 en tiros de campo con 0 de 5 en triples) hicieron honor a su valía. Muy bien defendidos, sus porcentajes fueron malos y, aunque trataron de aprovecharlo buscando a sus compañeros, estos tampoco estuvieron muy acertados. El desenlace fue una lucha con más errores que aciertos que se llevaron los de Oklahoma en el tramo final. Ahí, al menos, los 9 puntos de Shai sí fueron claves.
Los porcentajes de tiro dicen lo feo de un partido que no estuvo a la altura de unas semifinales de Conferencia. Los Thunder se quedaron en un 35,6 % en tiros de campo por el 31,2 % de Denver. Y, en triples, aún fue peor: un 10 de 41 (24,4 %) para los Thunder y un 11 de 45 (también 24,4 %) para los Nuggets.