Claudio Bravo lo sabe todo del fútbol. En primer lugar, porque
la próxima semana cumplirá 39 años y ha visto muchos partidos. Segundo, por la experiencia que le da su condición de
mundialista, campeón de la Copa América, capitán de la selección de Chile y una laureada trayectoria en equipos de la talla de Colo Colo, el gigante de su país; la
Real Sociedad, donde jugó los primeros de casi 400 duelos en Europa;
el FC Barcelona o el Manchester City, donde se hartó de ganar títulos.. El veterano portero, además,
conoce también la cara amarga de este deporte, pues en su etapa en la Premier League tuvo que
superar una grave lesión que le obligó a empezar de nuevo en años de
fuerte competencia en su puesto en todos sus equipos. Por todo ello, sorprende aún más que la principal conclusión que Bravo obtiene de
su renovación por un curso más, hasta junio de 2023 para completar la que será su tercera temporada en el Betis ya con 40 años, sea la del
sentimiento de pertenencia.
El de Buin, que lo ha visto todo en el mundo del fútbol de elite, ha querido remarcar que siente el club verdiblanco como suyo propio.
No sólo juega para el Betis. Se siente bético. Debe ser algo contagioso, porque algo muy similar dijeron en sus ampliaciones de contratos
un mexicano como Andrés Guardado, un santanderino como Sergio Canales o un gallego trotamundos como Borja Iglesias.
"Tengo mucha felicidad. A mí el hecho de poder continuar acá un año más me llena de orgullo y de alegría. Le quiero dar las gracias a todo el Betis, desde el aficionado hasta el presidente, la directiva y toda la institución, por darme esta confianza", manifestó Bravo en declaraciones a
BetisTV nada más hacerse oficial la noticia de su ampliación de contrato, que ya había quedado resuelta antes de que viajase a Chile para los compromisos de su selección durante el reciente parón liguero.
"El sentimiento más grande que tengo (por esta renovación) es de orgullo. Me hace sentir sensación de pertenencia en este club. Se ve la diferencia de cuando uno llegaba aquí el primer día, las primeras semanas o acaba el primer año.. Ahora, todo se vive diferente, porque ya sabes de sobra cómo es el club y cómo funcionan interiormente todas las cosas", detalló.
"Sentir todo eso (ser una parte más del Betis) es muy bonito para mí. Lo llevo con felicidad y por eso me llena de orgullo poder seguir un año más acá", añadió Bravo, quien llegó al Benito Villamarín en el verano de 2020, a coste cero tras concluir su vinculación con el City, y se convirtió en uno de los líderes del vestuario y en un jugador muy importante para Manuel Pellegrini, que le ha alineado en
39 partidos oficiales; una cifra nada despreciable, sobre todo, teniendo en cuenta que ha tenido algunas lesiones musculares y que este curso se está turnando con Rui Silva en bloques de tres o cuatro choques.