La París-Roubaix: barro, adoquines y sangre en la carrera más dura del mundo

Se trata de una carrera ciclista única y cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX

La París-Roubaix: barro, adoquines y sangre en la carrera más dura del mundo
El belga Van Aert, en el centro de la imagen, durante la París-Roubaix de 2025. - Cordon Press

A finales del siglo XIX dos empresarios de Roubaix tuvieron una gran idea que, a día de hoy, se ha convertido, en una carrera ciclista única en el mundo. En 1896, Thedore Vienne y Maurice Pérez pensaron que la mejor manera de promocionar su ciudad, conocida como la Manchester francesa o la ciudad de las mil chimeneas, por la cantidad de fábricas textiles que funcionaban por entonces, era organizar una carrera ciclista. Lo consiguieron a través del diario deportivo ‘Paris-Vélo’.

Y 129 años después, la Paris Roubaix no sólo es el ‘infierno del norte’, sobrenombre surgido tras la Primera Guerra Mundial: es, sobre todo, la clásica más dura, pasional y seductora del calendario ciclista. Un monumento con mayúsculas, un homenaje al ciclismo de toda la vida con los adoquines como indiscutibles protagonistas.

En la que se ha celebrado este año (2025), se han recorrido 259,2 kilómetros de recorrido y 30 tramos de adoquines. Cada tramo de adoquín se clasifica de una a cinco estrellas, en función de su dificultad. Y en la misma ha debutado Tadej Pogacar. En total, se trata de una tortura de seis horas aproximadamente que acaba en el mítico velódromo de Roubaix.

Asimismo, cabe resaltar que existe la prueba masculina y la femenina. Y para que vean la dureza de dicha prueba, Lizzie Deignan, quien entró en la historia del ciclismo al vencer en solitario la primera edición femenina de la París-Roubaix, decidió compartir en las redes sociales esta impactante imagen de su manillar. La ciclista británica corrió sin guantes y debido a la humedad y la fuerza con la que agarró su bici en los duros tramos de adoquín no pudo evitar el sangrado de las mismas.#[media;[proveedor:4;id:Laura_Meseguer/status/1444334842167103491]]

Y es que, las condiciones meteorológicas de lluvia, fuertes vientos y un barrizal en los tramos más complicados de adoquines o pavés, destrozan las manos de cualquier ciclista que participe con y sin guantes.

Un sabio consejos para participar en la París-Roubaix

En la París-Roubaix o las carreras con tramos de adoquines, es aconsejable equipar a las bicicletas con una doble cinta en el manillar para tener más y mejor agarre, que también sirva para tener un poco más de amortiguación y que las manos y brazos sufran un poco menos. Pero hay corredores como el mítico Tom Boonen, ganador en cuatro ediciones, que no usaban guantes para proteger sus manos y tener también ese agarre.