El Real Madrid logró rescatar un punto en el minuto 94 del partido contra el Sevilla FC (2-2) gracias a un disparo del alemán Toni Kroos desde la frontal que tocó en el belga Eden Hazard y se coló en la portería defendida por el marroquí Bono en un resultado que le deja a dos puntos del líder de LaLiga, el Atlético de Madrid. También sabe a poco a los nervionenses, que acariciaron una victoria que les habría devuelto a la pelea y se quedan con 71, lejos de la lucha por el título pero con opciones aún de copar podio.
La reacción local pudo ser mayor un minuto más tarde en otro tiro lejano del brasileño Carlos Henrique Casemiro que se marchó rozando el palo izquierdo de la portería sevillista y que llegó tras verse por debajo en el marcador en el minuto 78 por un penalti señalado por el colegiado Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano) y que pudo caer del lado de cualquier equipo.
Se analizó una mano dentro del área del brasileño Éder Militao previa a un penalti señalado del marroquí Bono sobre Karim Benzema y el árbitro se decantó por la primera. Rakitic lo transformó y puso en ventaja al Sevilla en el minuto 78 que finalmente se esfumó. Ya en la primera mitad, había anulado un tanto del galo por fuera de juego previo de Odriozola.
Zinedine Zidane dejó una imagen jamás vista en su trayectoria como entrenador cuando al acabar el partido entre el Real Madrid y el Sevilla (2-2) se dirigió al centro del campo a protestar al colegiado Juan Martínez Munuera por señalar el penalti por mano de Éder Militao en el minuto 74. El árbitro le reprodujo el gesto del brasileño Éder Militao, aunque ni éste ni el alemán Toni Kroos, también en la conversación, se fueron convencidos a los vestuarios.
El técnico pidió explicaciones al árbitro por una decisión, para él, incomprensible. Como también expresó Dani Carvajal, lesionado y en la grada del estadio Alfredo di Stéfano, en su cuenta oficial de Instagram a los pocos segundos de conocer la decisión: "Qué vergüenza", escribió.