España aumenta un 3,5 % su consumo de pan
El pan, refuerza su peso en la dieta española con un consumo que supera los 27 kilos por persona al año, la apuesta por ingredientes saludables, la tecnología de masas congeladas y la nueva fiscalidad marcan el rumbo del sector panadero

En España se consumen 27,82 kilos de pan por persona al año, una cifra que representa un incremento interanual del 3,5 %, según el informe de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) con datos actualizados hasta julio. Este aumento consolida al pan como un producto básico en la despensa nacional, presente en más del 99,8 % de los hogares, y refleja una recuperación en los hábitos de consumo tras años de leve descenso.
El 16 de octubre, fecha en la que se celebra el Día Mundial del Pan, se pone de relieve la vigencia de un alimento con más de 14.000 años de historia, que ha acompañado a la humanidad desde los orígenes de la agricultura. Sin embargo, el sector panadero actual está lejos de ser estático, viviendo una profunda transformación para adaptarse a los nuevos gustos y demandas del consumidor.
Hoy, tradición e innovación conviven en una industria que busca ofrecer productos más nutritivos, sostenibles y variados.
Uno de los ejes de esta evolución está en el desarrollo de las masas congeladas, que han revolucionado la producción y distribución del pan. Gracias a esta técnica, los profesionales pueden ofrecer una calidad constante durante todo el año y una amplia gama de formatos. Según la Asociación Española de la Industria de la Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac), la producción nacional de pan congelado supera ya los 750 millones de kilos anuales, con una facturación superior a 1.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 29 % en los últimos ocho años.
La compañía Europastry, líder en este ámbito, fue una de las primeras en introducir la tecnología del frío en la década de los 80. Actualmente invierte más de 124 millones de euros al año en innovación y desarrollo, con el objetivo de lanzar panes que respondan a las nuevas tendencias de alimentación. Sus productos incorporan harinas integrales, cereales, semillas, superalimentos y fórmulas sin gluten o bajas en carbohidratos, acercando al consumidor opciones más saludables sin perder la esencia artesanal. Su conocido pan Cristallino es un ejemplo de cómo la empresa combina técnicas tradicionales con procesos tecnológicos avanzados para ofrecer panes de calidad premium.
A la innovación se suma una novedad clave en el ámbito fiscal. Desde febrero de 2025, todos los tipos de pan, como los comunes como los elaborados con ingredientes especiales, tributan con el mismo IVA reducido del 4 %, tras la decisión de la Dirección General de Tributos de unificar el gravamen. Hasta esa fecha, los panes enriquecidos con aceite de oliva, cereales o proteínas estaban sujetos a un 10 %, lo que generaba diferencias en los precios finales. La medida busca simplificar el sistema impositivo y favorecer la competitividad del sector.
El conjunto de estas transformaciones sitúa al pan español en una nueva etapa: una industria que combina tradición, tecnología y sostenibilidad, que escucha al consumidor y que refuerza su papel como alimento esencial en la dieta mediterránea. Con más consumo, más variedad y una normativa fiscal igualitaria, el pan no solo mantiene su relevancia histórica, sino que se adapta con éxito a los nuevos tiempos.