El plato típico de Jerez que encantará a los amantes del cachopo

Quizá nunca hayas oído hablar del aneto, un plato con un marcado acento jerezano al que no se le puede dar tan solo un bocado. Un bocado crujiente, con esa delicia que es el queso fundido que se derrama por el plato y que dan ganas de devorarlo con un buen plato de patatas fritas. Su sabor ha traspasado las cocinas de las casas de Jerez y ha llegado a los bares y las carnicerías de la ciudad.

El aneto, una receta fácil y deliciosa

Compuesto por dos filetes de pechuga de pollo, entre los que se añade como si de un sandwich se tratase una locha de jamón serrano o bacon y otra de queso. El rebozado es el clásico, con huevo y pan rallado para que al freírlo tenga ese color dorado que hace la boca agua hasta del que lo está cocinando. El toque final para darle ese sabor tan especial es una salsa castellana, compuesta de champiñones, cebolla y taquitos de jamón.

Ahora se ha reinventado, y es posible disfrutarlo con salsas como el mojo picón, la pimienta, el alioli o el roquefort. Hay un aneto para todos los gustos. Aunque a simple vista recuerde a otros platos nacionales como el sanjacobo, el cachopo asturiano o el Cordon Bleu francés, lo que realmente se respira cuando lo comes es el acento jerezano en cada uno de sus bocados.

Una historia de barrio

Se dice que su origen está en el barrio de San Benito, un barrio con un marcado carácter tradicional. Además, ha crecido con sus vecinos, que poco a poco han visto como el barrio a evolucionando, hasta el punto de ser el más envejecido de Jerez. Fue allí donde en los años 80 los Hermanos Correa mostraron al mundo su creación. Aunque en ese momento la receta era ligeramente diferente, ya que llevaba un picadillo de bacon y queso. A partir de ahí, la receta fue evolucionando con el tiempo hasta convertirse en uno de los platos más desconocidos de la gastronomía andaluza, pero de los más queridos por los jerezanos.

Cómo prepararlo en casa

Los ingredientes para cuatro personas son:

• Pechuga de pollo
• 4 lonchas de jamón serrano
• 4 lonchas gruesas de queso cremoso
• Huevos
• Pan rallado
• Sal y pimienta
• Aceite de oliva virgen extra

En primer lugar, hay que cortar las pechugas en dos mitades, abriéndolas como si se tratase de un luego. Salpimentamos al gusto, rellenando con una loncha de jamón serrano y otra de queso serrano. Especiamos también por fuera y los pasamos por huevo batido y pan rallado, dejándolos reposar en la nevera durante 15 minutos para que no se abra el empanado. En una sartén, lo freímos con cuidado para tener este delicioso plato jerezano en casa. Se recomienda acompañarlo con salsa de tu elección, aunque la castellana es la clásica y con patatas fritas.