España tiene en Andalucía su propio fiordo, igual que Noruega e Islandia

España es un paraíso. Esta afirmación puede quedar un poco mal dicha por un español, pero lo cierto es que los datos lo corroboran. Durante el año 2024 se volvió a batir récord de turistas, con 94 millones de visitantes extranjeros, un 10% más que el año anterior. Para este 2025, las estimaciones del Ministerio de Industria y Turismo indican que se podrán alcanzar los 100 millones de turistas extranjeros. Son cientos los rincones increíbles que existen en nuestro país, pero, como dice el dicho, se tiende más a valorar lo de fuera que lo que tenemos en casa.

Son muchos los españoles que buscan, por ejemplo, viajar a Roma, París o a los fiordos noruegos, todos lugares impresionantes y dignos de visitar, pero en España hay maravillas que nada tienen que envidiar. Sin ir más lejos, Andalucía tiene sus propios fiordos, al más puro estilo de los países nórdicos. Se trata de una joya geológica que podemos encontrar en Sierra Morena.

En la provincia de Córdoba, en la zona del río Bembézar, concretamente en la localidad de Hornachuelos, se encuentran unos paisajes sobrecogedores. Acantilados que se formaron hace millones de años y que todavía se conservan sobre lo que era el mar de Tetis, con unas formas y colores que no dejan indiferente a nadie por su belleza.

Son muchas las actividades que allí se pueden hacer para conocer el entorno. Desde paseos en barco hasta recorrer la zona en kayak, pero también hay cosas que hacer en tierra.

La conocida ruta del Sendero de los Ángeles, en el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, ofrece estampas maravillosas más allá de los fiordos y el río. Son alrededor de diez kilómetros, cinco de ida y cinco de vuelta, partiendo desde el embarcadero de la presa de derivación del Bembézar. Un sendero de dificultad baja y propio para todas las edades.

Por si esto fuera poco, en la zona hay un parque de aventuras con varias tirolinas y circuitos de multiaventuras como paseos en canoa. En dicho entorno también encontramos el llamado Bosque Encantado de Hornachuelos, con bonsáis en paredes y suelos.

La flora y fauna de la zona es también un espectáculo, pudiendo ver especies como el gato montés, la cigüeña negra, el águila perdicera o el meloncillo, entre otras muchas. Por último, siempre queda acercarse al propio pueblo, donde el palacio de Moratalla es la mayor infraestructura a visitar.