Un estudiante es discriminado por su discapacidad durante la PAU

El momento de la entrada a la Universidad es uno de los cambios más importantes e ilusionantes de la vida académica. Para muchas personas supone la primera ocasión en la que dejarán la casa de sus padres y se mudarán de ciudad o incluso de comunidad autónoma en algunos casos. Y para otros, aunque pueda suponer quedarse en la residencia familiar, también supone un nuevo giro en la vida, con un nuevo círculo y una nueva forma de entender todo. Sin duda es ilusionante, pero para llegar ahí hay que pasar por uno de los años académicos, dentro de los estudios ‘básicos’, segundo de Bachillerato.

Ese año después se recordará con cariño porque además supondrá los últimos momentos con muchos de tus compañeros de toda la vida, pero en el momento supone un estrés que hasta el momento casi nadie había experimentado. En menos de nueve meses tienen que concentrarse un temario bastante amplio y que se transmite con un único objetivo, llegar a la PAU, lo que antes era la selectividad. Se trata de una meta final que no hace sino sumar más estrés, sobre todo por las veces que lo repiten los propios profesores. Se trata, sin embargo, de lo más sencillo del curso. Si se ha superado el año académico, se superará con sencillez esta prueba. Aun así, genera muchos nervios, y lo hace aun más si alguien es discriminado durante el propio examen.

“Flagrante vulneración de derechos”

Ese ha sido el caso de un alumno que estaba realizando la PAU en el primero de los tres días que dura este año. Se trata de un joven con problemas auditivos y que por tanto llevaba un pinganillo para contrarrestarlos. Sin embargo, durante el examen, uno de los profesores que vigilan este tipo de exámenes le obligó a quitárselos para realizar la prueba. Es por eso por lo que la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) ha emitido un comunicado donde ha tachado esta actitud y esa decisión como una “flagrante vulneración de sus derechos”. Para que puedan entender el nivel de lo que esta organización reclama, aseguran que este hecho se asemeja a que a una persona en silla de ruedas le obligaran a prescindir de ella durante el examen. Destacan que son totalmente imprescindibles para la persona que los usa y que altera por tanto su capacidad de participación en igualdad de condiciones. Al mismo tiempo alerta del impacto emocional de este tipo de situaciones que pueden hacer a los afectados sentirse diferente y no integrado con el resto de sus compañeros que no tienen ese problema.