Boyé se gana el foco en el Alavés

El delantero argentino firmó su actuación más completa ante el Valencia y confirma su crecimiento tras un inicio marcado por la lesión

Boyé se gana el foco en el Alavés
Boyé se gana el foco en el Alavés - Lucas Boyé

Lucas Boyé ha tardado en arrancar, pero su rendimiento frente al Valencia dejó claro que el delantero argentino ya ha alcanzado la velocidad de crucero. El atacante del Deportivo Alavés completó un partido sobresaliente en el que solo le faltó el gol para redondear una actuación que rozó la excelencia. Fue el principal dolor de cabeza para la defensa rival, participó en la mayoría de las acciones ofensivas y exhibió el amplio repertorio que le convierte en un futbolista distinto.

La apuesta de Coudet empieza a dar frutos

El técnico Eduardo Coudet llevaba tiempo queriendo tenerle en su plantilla. Lo intentó antes y, por fin, esta temporada el club vitoriano consiguió cerrar su fichaje procedente del Granada. El argentino se perdió el tramo final de la pretemporada por una lesión que le apartó de los terrenos de juego hasta la cuarta jornada de Liga. Desde entonces, ha ido ganando minutos y confianza hasta recuperar el tono físico necesario para mostrar su mejor versión.

Frente al Valencia se vio al delantero que el cuerpo técnico imaginaba cuando se cerró su llegada: un futbolista que interpreta el juego con inteligencia, que sabe cuándo bajar a recibir y cómo asociarse con sus compañeros. Su entendimiento del juego le permite ser útil fuera del área, algo poco habitual en los delanteros de referencia.

Un delantero completo y autosuficiente

Boyé combina técnica y potencia. Es capaz de jugar de espaldas, girar, proteger el balón y distribuirlo con criterio. En Mendizorroza, su capacidad para imponerse en los duelos individuales fue constante, y en varios tramos del encuentro generó peligro por sí solo, sacando petróleo de situaciones aparentemente sin futuro.

La única mancha de su actuación estuvo en la definición. Le faltó precisión en el remate y en alguna jugada pecó de precipitado en la toma de decisiones. Sin embargo, su aportación general fue tan alta que Coudet decidió mantenerle los 90 minutos sobre el césped, una muestra de la confianza plena que el entrenador deposita en él.

Conexión con Toni Martínez

El Alavés ha encontrado un filón en la pareja Boyé–Toni Martínez. En los dos últimos encuentros, Coudet ha optado por alinear a ambos y el resultado ha sido positivo. Los dos se entienden, se complementan y ofrecen al equipo variantes tanto en el juego directo como en los ataques posicionales. Con ellos, el conjunto albiazul se muestra más agresivo en campo rival y logra mantener la amenaza constante en el área contraria.

Boyé se siente cómodo en ese esquema de dos puntas, un dibujo que potencia sus cualidades y le permite alternar entre el apoyo y la ruptura. Su adaptación al sistema ha sido natural y su papel empieza a ser decisivo para el equipo.

El papel que vino a cumplir

El argentino llegó a Vitoria con la etiqueta de futbolista importante. Le costó arrancar por las circunstancias físicas, pero actuaciones como la del lunes justifican su fichaje y confirman que está preparado para liderar la ofensiva del Alavés. Su crecimiento es evidente y, si mantiene este nivel, el equipo tendrá en Boyé una de sus piezas más determinantes para el resto de la temporada.