Lo que la calle enseñó a Lamine Yamal

Lamine Yamal se ha erigido a sus 16 años como la gran esperanza de un Fútbol Club Barcelona deprimido, pero los inicios de la joven estrella no fueron fáciles y pasó muchas horas forjándose en la calle, hasta llegar a ser el jugador que es hoy en día

Lo que la calle enseñó a Lamine Yamal
Lamine Yamal firmando un autógrafo a un aficionado - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

Dentro de la irregular campaña que está atravesando el Fútbol Club Barcelona, la gran noticia es Lamine Yamal. El joven de 16 años se ha convertido en la estrella blaugrana y ya ha pasado de ser la sorpresa que rompía récords de precocidad a una pieza angular de la plantilla de Xavi, que tras confirmar su marcha en junio, uno vez finalice la temporada, se ha encomendado a los jóvenes para tratar de darle la vuelta a una situación muy complicada, pero de la que van a sacar grandes réditos en su futuro, si algunos de los muchos chicos que están despuntando cumplen con las expectativas.

De los Pau Cubarsí, Fermín López, Héctor Fort y compañía, el que destaca por encima de todos es Yamal, que ya se convirtió el pasado 8 de octubre en el futbolista más joven en marcar en LaLiga, tras hacerlo en Los Cármenes. Antes incluso le había llegado el debut con España en un partido de clasificación para la Eurocopa el 8 de septiembre de 2023, donde además logró estrenar su casillero con 'la Roja'. De cara al torneo que se disputará entre junio y julio y Alemania, el extremo culé es uno de los futbolistas que más papeletas tiene de estar en la lista de Luis de la Fuente. Pero si hay un sitio que le ha hecho ser el jugador que es hoy en día, ese es la calle, más concretamente el parque donde pasó su infancia jugando con un balón.

Todo pudo cambiar

"Creo que he estado más tiempo en el parque que en mi casa", señaló el de Esplugues de Llobregat durante una entrevista en Movistar+, en la que confesó que se "enamoró" de la pelota con cuatro años, cuando empezó a ver a sus familiares jugando al fútbol y a partir de ahí no pudo cortar su relación con ella, aunque los inicios no fueron los que se esperaría del jugador que ha acabado siendo ya que arrancó como portero."Me daban en la cara, y a mí no me dolía, no lloraba, siempre me iba a casa con heridas y mi abuela me decía que dónde estaba", destacó el 'niño' sobre esa etapa.

Los inicios en el Barça

Pasar del parque a un buque como el Barça no fue fácil, lo primero porque jugar allí, en un club que para él lo es "todo", significaba cumplir un sueño, y lo segundo por la dificultad de adaptarse, aunque lo disfrutó. "El primer día no sabía hacer nada, pero para mí fue un inicio muy bonito que recuerdo con mucho cariño", confesó sobre los primeros pasos que lo llevaron a convertirse en la estrella del hoy y del mañana que es.