Abner vuelve con halagos... y excusas: "Allí adquirí experiencia, pero era joven y estaba con mis amigos; en Lyon encontré el profesionalismo"

"Cuando estás lejos de casa es un poco difícil. El primer año, la primera cultura que descubres, es algo complicado. Como dije, intenté superarlo con esfuerzo y mi mentalidad", asevera Abner Vinícius, que se reencuentra este jueves con el Real Betis, el club con el que se estrenó en Europa. Fue un año y medio decepcionante en verdiblanco, pues claramente no dio el nivel cuando se buscaba un sustituto para Álex Moreno. Al menos, los dirigentes heliopolitanos lograron recuperar su inversión, que no fue finalmente tan alta (pagaron unos cinco millones de euros por la mitad de su pase, sin llegar a comprar más porcentajes, y lo traspasaron al Lyon por ocho millones, ingresando cuatro). El que iba a ser el protagonista en sala de prensa junto a Paulo Fonseca, reemplazado finalmente por el arquero ex del RCD Mallorca Dominik Greif, atendía esta semana a 'Olympique-et-Lyonnais.com' para analizar una cita, sin duda, "especial".

A punto de estrenar paternidad, el lateral brasileño admite que es otro en todos los sentidos: "Es un momento que cambió mi vida. También la de mi esposa. Por supuesto, lo primero que pienso ahora es en mi pequeña. El trabajo siempre es para mi esposa, para mi familia. Sin duda, podemos decir que este inicio de temporada es para todos ellos, que tanto me han ayudado. Ahora, necesito trabajar para demostrar que la vida es dura. Así que he cambiado en ese sentido. Porque, cuando llegué a Europa, era un niño. Era la primera vez que estaba lejos de mi país. Ahora, llevo tres años aquí, me siento preparado para hacer las cosas bien y espero que siga así". Y, antes de cerrar 2025, de vuelta a su antiguo hogar: "Va a ser un gran partido, un gran momento para mí, porque, como ya dije, fue mi primer club en Europa. Tengo muchos amigos allí, mucha gente que me ayudó cuando llegué, así que sé que el partido va a ser difícil, pero ahora represento al OL y espero que ganemos".

Aunque se sigue mensajeando con ex compañeros, no ha chateado con nadie del Real Betis estos últimos días, dejándolo "para cuando llegue antes del partido". Y, a la hora de echar la vista atrás, tiene sentimientos encontrados: "Sinceramente, no fue fácil para mí, porque no jugué mucho allí. Estuve lesionado tres meses, pero ahora creo que adquirí mucha experiencia. Hoy me siento más preparado. En Lyon recuperé mi mejor forma. El Betis me ayudó mucho a encontrarla; allí era joven y estaba con mis amigos. Y, cuando llegué al Lyon, encontré profesionalismo y alcancé el nivel requerido. Tanto en el Betis como aquí me adapté fácilmente. En Francia, el idioma es un poco difícil, pues aprendí español en tres meses y en Lyon necesito tomar clases todas las semanas. Aun así, aprender francés fue fácil porque todos me ayudaron mucho, igual que en Betis. Creo que es por la cultura europea, porque estamos lejos de nuestros países".

Admite Abner que no asistir al Benito Villamarín "es una pena, una verdadera pena" y que le habría "encantado jugar" donde se estrenó en el Viejo Continente, aunque también conoce La Cartuja: "Ahí fue donde el Betis ganó la Copa del Rey. Creo que será un buen partido. Claro que habrá emociones, pero soy de los que saben mantener la perspectiva. Jugué un año y medio en el Betis, pero en el OL he encontrado un entorno donde me siento realizado y donde puedo desarrollar mi fútbol. Habrá emociones, pero no hay mejor noche que una victoria, porque la Europa League es un objetivo".

Como Valentín Barco en el Estrasburgo, también ha probado en la medular

Si el ex sevillista Valentín Barco ahora brilla como mediocentro en el Estrasburgo y llama en esa nueva demarcación la atención de clubes de primer nivel como el Chelsea (que comparte dueño con los alsacianos) y el Bayern de Múnich, el de Presidente Prudente ha jugado en Francia como extremo zurdo e interior, posiciones novedosas para quien puntualmente lo hizo con el Athletico Paranaense (donde actuó en la derecha una sola vez): "No, fue fácil, porque el cuerpo técnico nos dio todas las oportunidades para jugar en el centro, por la izquierda, y para encontrar la manera de hacer daño al rival. Para mí es sencillo. Me gusta jugar en el centro. Me gusta jugar cerca de la línea de banda. Para mí es fácil, pero siempre es un proceso de aprendizaje. Siempre es algo nuevo, porque, cuando juegas ahí, tienes que estar preparado para jugar a dos toques. En la banda es un poco diferente, porque hay espacio abierto delante".

El idioma como hándicap: aprendió español en tres meses y ya domina el francés

Tras el adiós de Lucas Perri y Adryelson, es el único brasileño ya del vestuario del Lyon, aunque Abner Vinícius trata de superar su timidez gracias a que ha avanzado en los idiomas: "No, ahora mismo hablo un poco con todos. Tengo muchos amigos en el vestuario. Pero creo que ahora es más fácil, porque también hablo español (lo aprendí en tres meses). Es una lengua cercana a la de mi país. Nico (Tagliafico), Martín Satriano, incluso Alejandro (Gomes Rodríguez), que habla un poco de portugués, Afonso (Moreira), que habla mi idioma... Pero hablo con todos. Incluso en inglés; he intentado encontrar la manera de hablar un poco. Me cuesta, pero he aprendido algo. También he aprendido francés. He intentado hablar con los jugadores francófonos para que todo fluya mejor. No soy muy hablador. Demuestro mis habilidades con mi trabajo".