Aitor Torvisco5 min lecturaEl Benito Villamarín tiene aún muchos retos ilusionantes por acoger antes de desaparecer por completo tal y como se le conoce a día de hoy. En el mejor de los casos quedarán cinco partidos más antes de que entren las máquinas de demolición. Por un lado, las cuatro jornadas que le restan como local en LaLiga 24/25, empezando por el 'duelo de Champions' del domingo ante el Villarreal CF y siguiendo por otras tres citas para firmar la quinta clasificación europea consecutiva. Por otra, el hipotético duelo de las semifinales de la UEFA Conference League, siempre que el jueves que viene supere en Polonia al Jagiellonia Bialystok.
En este sentido, el vicepresidente del Real Betis, José Miguel López Catalán, ha recorrido las instalaciones con tanta nostalgia anticipada por todo lo que se va como ilusión por lo que viene a partir de 2027, cuando el club volverá a casa para estrenar al Nuevo Benito Villamarín. Entre tanto, toca dos años de exilio en La Cartuja con algunas trabas en cuanto a movilidad pero con muchas ventajas, sobre todo para los miles de socios que están en lista de espera.
"Nos queda ya muy poquito para que todo esto sea derribado para construir el nuevo estadio, que va a tener galerías espectaculares y terrazas donde habrá hoteles, clínicas, algún restaurante... Aún estamos definiendo lo que irá en lo que nosotros llamamos 'La plaza', pero será algo que tenga mucha vida y no sólo en días de partidos, también en eventos, actos para empresas, actuaciones... El tema del ruido no va a ser como en el Bernabéu. Esto no va a ser un estadio para conciertos diarios. En ese sentido, el alcalde y el barrio pueden estar tranquilos; pero también es verdad que el barrio debe estar preparado con autobuses, metro, trenes... Es mi barrio, yo estudié en el Claret", ha explicado el vicepresidente, José Miguel López Catalán, en una entrevista con el podcast 'Sevillanía' que dirige Rafael Almansa en los canales en redes sociales de El Chiringuito.
"El estadio está para que se utilice, pero es que además de eso queremos que cada partido sea una fiesta, que desde una hora y media o dos horas antes haya una 'Fan Zone' para que vayan los padres, los niños, las familias enteras... Con juegos, con bares, con todo ese tipo de cosas. Queremos que la gente lo viva así". "Tocaremos también el resto del estadio, tanto el fondo como los dos goles. Va a ser una mejora para que la calidad de la experiencia de los béticos sea mucho mejor. Todo esto tiene que notarlo la afición", ha añadido durante mientras paseaba mostrando detalles y anécdotas del actual Benito Villamarín.
"Nosotros empezaremos la temporada que viene ya en La Cartuja, para junio tiene que estar hecha una mudanza de las oficinas y ya se ha dado de alta la demolición aquí. Estimamos que en La Cartuja estaremos dos temporadas y estamos trabajando con el alcalde para mejorar los accesos".
"Nosotros ahora mismo tenemos en lista de espera a entre 10.000 y 12.000 abonados 'Soy Bético' que quieren hacerse socios. Esta va a ser la oportunidad de abrir, porque hay que tener en cuenta que en La Cartuja caben 70.000 espectadores. Entre los socios que ya tenemos más los nuevos que puedan entrar, vamos a estar muy cerca de esos números (el aforo crece en unas 10.000 plazas, aunque se reducirá luego con el regreso a casa en 2027). Estoy convencido de que el esfuerzo de ir allí merece la pena porque luego, además, vamos a volver aquí a un 'estadio cinco estrellas' y va a ser realmente bueno para todos".
