Una de las jugadas más controvertidas de la jornada 25 tuvo lugar en los últimos compases del encuentro entre el Getafe CF y el Real Betis. En su afán por perseguir un balón al que tenía imposible llegar, Antony se lanzó a ras de suelo y, aunque encogió la pierna para evitar el impacto con el azulón Juan Iglesias, éste cayó entre alaridos y el brasileño vio una tarjeta roja que le impediría jugar contra el Real Madrid. A partir de ahí, la bola es enorme. Las imágenes demuestran que no llega a existir el contacto que uno de los jueces de línea, Miguel Martínez Munuera, describió a Alberola Rojas sin que Juan Martínez Munuera interviniese desde el VAR para corregir a su hermano. La acción, incluso, ha dejado la nada habitual estampa de ver que los siempre corporativistas árbitros dan la razón a las quejas del club verdiblanco e incluso le animan en sus alegaciones al acta e incluso creen que debe agotar instancias en sus recursos para evitar la sanción.
Del asunto había hablado todo el mundo menos el propio Antony, quien se marchó pidiendo perdón a sus compañeros, a su entrenador y especialmente a los numerosos béticos que se dieron cita en las gradas del Coliseum. Este martes, a la salida de la Ciudad Deportiva Luis del Sol después del entrenarse con sus compañeros, el extremo paulista ha parado su coche para anunciar dos cosas: una, agradecer a los aficionados que le esperaban para cantarle el 'Cumpleaños feliz' (justo hoy cumple 25); y dos, mostrar optimismo en la justicia deportiva y asegurar que está "preparado para jugar contra el Real Madrid" y para amenazar a los blancos con esa racha de tres goles, una asistencia y un penalti provocado en sus cinco primeras citas con la camiseta de las trece barras.
"Siempre estoy con ganas de jugar", exclamaba Antony ante los medios que le esperaban en Los Bermejales. Confía en los abogados del club, aunque desconoce si ya hay alguna noticia al respecto. "Aún no sé si podré jugar, vamos a intentar recurrir. La jugada es un poco difícil. Sé que se va a recurrir y yo estoy muy preparado para jugar contra el Madrid", añadía antes de concluir recalcando la enorme felicidad que le ha devuelto el Betis después de tiempos grises en Mánchester: "Estoy disfrutando mucho, estoy muy feliz".
La mayoría de árbitros que colaboran con medios de comunicación consideran que el VAR debió anular la roja y que las protestas del Betis están más que justificadas. Así se pronunció Pavel Fernández en Gol: "Es verdad que es por detrás y sin opción de llegar al balón, pero opino que se necesita un poco más para mandar a un jugador a la ducha". En la misma línea se ha manifestado Mateu Lahoz en El Día Después de Movistar+: "En el campo te puedes equivocar y te puede parecer aparatosa, pero para que sea juego brusco grave, tienes que ver el punto de contacto".
"Aquí el punto de contacto casi es más peligroso para el propio Antony, porque impacta con su empeine-tibia con los tacos de Juan Iglesias. El asistente es el que le canta al árbitro la roja y es curioso porque el asistente nunca miró abajo. Se dejó llevar por ese ímpetu de Antony. Aquí era muy fácil que el VAR hubiese ofrecido la ayuda para ver que esta acción no es de roja porque nunca pone en peligro la integridad física del rival", argumentaba el excolegiado.
El más rotundo de todos fue Estrada Fernández, que recordó la acción de Mbappé y Romero en el polémico RCD Espanyol-Real Madrid: "Puedo entender que al tirarse Antony lo interprete como tal, pero para mí nunca puede ser roja. Está condicionado por las entradas de las últimas semanas. Seguro que se le vinieron a la cabeza las palabras de Medina Cantalejo y un posible neverazo. La entrada sobre Mbappé en Cornellá sigue vigente. Esto no es agresión brusca. Entiendo que son situaciones rápidas, pero el VAR está para revisarla. Antony nunca impacta con los tacos, sino con la espinilla", señaló en declaraciones emitidas en los diferentes medios de Mediaset y, antes, en sus propias redes sociales.