Pellegrini y la plantilla del Betis, una vez esfumado el sueño de entrar en Champions, ya se encuentran centrado en la cita histórica del 28 de mayo y consideran el partido contra el Valencia, el último de LaLiga, una oportunidad para afrontar la final de la Conference League con buenas sensaciones y, en cierto modo, un 'entrenamiento' para corregir errores de cara al choque contra el Chelsea.
No en vano, a una semana del gran partido, los heliopolitanos se presentan en Polonia con un problema que confirmó ante el Atlético de Madrid y que preocupa seriamente a Pellegrini ante el poderío físico del rival londinense.
Y es que en la presente temporada el Betis ha sufrido lo indecible para defender las jugadas de estrategia hasta el punto de que, como apunta el experto en estadísticas Fran Martínez, se erige en el segundo equipo de LaLiga que más goles encajados en acciones a balón parado.
En total, los heliopolitanos han encajado 13 dianas en esta fase del juego, lo que supone que, prácticamente, uno de cada tres tantos de los que han recibido han sido en jugadas de estrategia o a balón parado, ya sean directas o, sobre todo, en combinaciones de pizarra -faltas o saques de esquina-.
El Betis ha tenido muchos problemas hasta ahora para defender este tipo de acciones y el propio técnico lo ha reconocido en alguna que en otra ocasión, por ejemplo después del partido contra el Athletic (2-2), en el que los dos aciertos de los 'Leones' llegaron en sendos saques de esquina. "Sabíamos que ese tipo de acciones son muy fuertes y no defendimos bien", lamentó por enconces el chileno, que se afana en los entrenamientos en mejorar este aspecto del juego y otro relacionado, como el no cometer faltas en zona peligrosa.
De hecho, el pasado domingo encajó su último gol a pelota parada ante el Atlético de Madrid, con un lanzamiento magistral de Julián Álvarez que entró por la misma escudra de Adrián, que, quizás, por la larga distancia, podría haber hecho más. Lo cierto es que el técnico chileno insiste a los suyos que eviten cometer faltas en los aledaños de la frontal, a la que par que les pide que haya comunicación en las jugadas a balón parado para que nadie quede libre de marca.
Cabe recordar que los errores a balón parado le pudieron costar el pase a la final en Florencia, porque la Fiore forzó la prórroga con dos goles de córner (sendos cabezazos de Gosens) y creó muchísimo peligro en cada córner o falta lateral.
Por ello, estar acertados en la defensa del balón parado resultará clave ante un equipo físico y con muchos recursos como el Chelsea, por lo que, seguramente, el 'Ingeniero' incidirá en este déficit durante los entrenamientos previos a la final.