El Betis no podrá copiar el 'método Fekir' en el fichaje de Antony
A partir de ahora, LaLiga limitará la amortización de las incorporaciones a un máximo de cinco temporadas, por lo que no se podrá recurrir al 'truco' seguido en su día con el francés, cuyo traspaso se diluyó en siete años tras su renovación, quedando aún pendiente una parte de dicha amortización cuando se marchó el pasado verano

Sin duda alguna, una de las claves en el resurgir del Real Betis en este segundo tramo de la temporada tiene que ver con la llegada de Antony Matheus en el mercado de enero. El impacto del extremo brasileño está siendo sencillamente espectacular (cinco goles y cuatro asistencias en 17 partidos). Por ello, en Heliópolis sueñan con seguir contando con sus servicios la próxima campaña. Es más, se muestran "optimistas" al respecto, como ha confesado el CEO del club, Ramón Alarcón, quien ya desveló también que el brasileño le dice cada mañana que quiere quedarse. Y esa precisamente es la gran baza verdiblanca, el deseo del futbolista de continuar jugando a las órdenes de Manuel Pellegrini. Ya ha declarado en múltiples ocasiones que tanto él como su familia se sienten felices en la capital hispalense y eso es un factor al que concede una gran importancia. Ahora 'sólo' resta que en Heliópolis puedan llevar a cabo otro ejercicio de ingeniería financiera, tirando de creatividad y recursos para convencer al Manchester United. Como bien advierten desde el club verdiblanco, lo difícil fue traerlo en enero, por lo que el primer paso ya está dado.
A día de hoy, su préstamo sólo ha costado 1,2 millones de euros netos, que es la parte del elevado salario del paulista que asumen en La Palmera (habrá que pagar algún bonus si se alcanza la Champions o se gana la Conference League). Pero para intentar retenerlo habrá que hacer un esfuerzo y abonar una cantidad sensiblemente mayor en concepto de sueldo, aparte de convencer al club con el que tiene contrato hasta 2027, reacio a dejarlo salir de nuevo cedido. Desde Inglaterra insisten en que la intención de los 'reds devils' pasa por recuperar al menos en torno a 35 millones de euros de los 95 que pagó en su día.
Dichas cifras resultan prohibitivas a priori. Por ello, desde la planta noble del Villamarín no descartan la posibilidad de plantear una copropiedad con otro club, que luego heredaría los servicios del jugador y las mayores rentas de un posible traspaso posterior. Se antoja, sin duda, una operación complicada para la que ya se están dando pasos. Pero también parecían imposibles en su momentos otras incorporaciones como las de Giovani Lo Celso o Nabil Fekir, que hasta su salida el pasado verano ha sido el jugador con el salario más alto en la historia del club.
Además del importante esfuerzo realizado en su día para satisfacer las pretensiones económicas del campeón del mundo, el Real Betis acordó con el Olympique de Lyon un traspaso cifrado en 19,75 millones de euros fijos y otros 10 millones en variables (cuatro de ellos de fácil cumplimiento). Una cantidad que en principio se tenía pensando amortizar en cuatro temporadas (llegó en 2019 y firmó hasta 2023). Sin embargo, en enero de 2022, el crack francés amplió su contrato por tres campañas más, hasta 2026, lo que permitió diluir el montante de su fichaje en más años (siete en total) y ganar margen salarial dentro de los límites implantados por la Liga, que ahora ha modificado esta normativa e impedirá hacer lo mismo en el caso de Antony. En concreto, el ente presidido por Javier Tebas ha copiado a la UEFA y ha implantado que las amortizaciones de los fichajes se lleven a cabo en un máximo de cinco temporadas para los clubes que no estén excedidos. Por tanto, si hubiese que pagar 30 millones de euros en concepto de traspaso, aunque el jugador firmase por seis campañas, ese montante habría que dividirlo en cinco a efectos de coste de plantilla (5 millones por año).

Un plan que también se llevó a cabo con William Carvalho o Borja Iglesias
Esta nueva norma habría impedido, por ejemplo, que cuando Fekir se marchó el pasado verano al Al-Jazira de Emiratos Árabes aún restasen en torno a 7 millones de euros de la amortización de su fichaje, cubiertos prácticamente con los seis kilos que pagó su nuevo club. Pero no sólo es una práctica que se haya llevado a cabo con el francés. Por ejemplo, también se siguió con William Carvalho, que llegó en 2018 a cambio de 16 millones más cuatro en variables y renovó en 2022 hasta 2026 (se diluye en ocho años), o Borja Iglesias, el segundo fichaje más caro de la historia del Real Betis. En su caso, hubo que abonar 28 millones al Espanyol, firmando en 2019 por cinco temporadas, si bien en en diciembre de 2021 se prorrogó dicho vínculo por dos años más, hasta 2026, con la posibilidad de ampliar otra campaña más su contrato. Un método al que en Heliópolis han recurrido con frecuencia y que ya no estará a su alcance.