El gran favor del Sevilla al Betis

Los resultados de la última jornada han propiciado que el Sevilla afronte las dos últimas jornadas ligueras con la tranquilidad de haber salvado la categoría tras una temporada pésima y también que las esperanzas del Betis de disputar la Champions League la próxima temporada hayan quedado reducidas prácticamente a un milagro.

El Villarreal-Leganés, con 3-0 final, certificó la permanencia nervionense tras imponerse a Las Palmas y obligaba al Betis a imponerse al Rayo para mantenerse muy vivo, pero los heliopolitanos no pasaron del empate a dos en Vallecas y ahora precisa una carambola para terminar entre los cinco primeros y entrar en la máxima competición continental. Y es que el Betis, sexto, se encuentra a cinco puntos del Villarreal a falta de seis por disputarse, por lo que necesita ganar en las dos últimas jornadas y que los de Marcelino pierdan ambos partidos, lo que se antoja casi imposible, pero que, como recordó Pellegrini, otorga opciones a los verdiblancos: "Mientras las matemáticas no digan lo contrario...".

Una carambola que curiosamente precisa más que nunca la intervención del eterno rival en el epílogo del campeonato en el caso de que los de Pellegrini permanecieran vivos tras la penúltima jornada, para lo que debería imponerse al Atlético de Madrid en el Riyadh Air Metropolitano y que el Villarreal perdiera en su visita a Montjuic. El problema de este choque, en circunstancias normales muy complicado para los castellonenses, es que el Barça llegará sin jugarse nada tras proclamarse campeón de Liga ayer en el derbi contra el Espanyol. Los colchoneros, por su parte, solo se disputan mantener el tercer puesto.

En el caso de que el Betis hiciera sus deberes y el Villarreal, no, las posibilidades de entrar en Champions pasarían por la imprescindible ayuda del Sevilla, que en el broche del torneo doméstico se desplaza al Estadio de La Cerámica. Evidentemente, los heliopolitanos deberán superar al Valencia en Heliópolis para luego esperar que los nervionenses consigan lo que ya de por sí sería harto difícil en el caso de que les fuera la salvación en ese partido a tenor del rendimiento del equipo de Caparrós.

La realidad es que los blanquirrojos ya llegarán con las chanclas más que puestas y resulta difícil apostar por una sorpresa que, además, beneficiaría al eterno rival, pero lo cierto es que esa situación se podría dar y aumenta más si cabe la dimensión del milagro que precisan los béticos para ingresar en Champions.