Reuniones, lesionados y autocrítica: así fue el regreso del Betis a Sevilla

La expedición bética aterrizó con caras largas en Sevilla después de un viaje de vuelta en el que se analizó lo ocurrido, hubo conversaciones entre la alta cúpula y fueron evidentes las molestias de los dos tocados

Imposible no sentir decepción en el seno del Betis por la forma cruel en la que se evaporó el sueño de levantar su primer título europeo en la final de la Conference League. Había mucha ilusión en el club, en la plantilla, en el beticismo y, obviamente, fue muy duro contemplar como en pocos minutos el Chelsea remontó el partido para llevarse el triunfo por 1-4.

Un sentir que se tradujo en lágrimas en muchos futbolistas, casos de Ruibal o Antony, y se reflejó, por supuesto, en un regreso a Sevilla marcado por la seriedad, la tristeza y un silencio predominante. Así, el vuelo chárter con la expedición bética aterrizó en el Aeropuerto de San Pablo sobre la 6:00 de las mañana y todos se bajaron con caras largas, fruto del cansancio y de la desilusión por no haberse traído la copa a pesar de que llegaron al descanso con 1-0 merced al tanto de Abde. Sib béticos para recibirlos más allá de lo que también regresaban de Breslavia.

Durante el viaje, como fue testigo el compañero de ESTADIO Deportivo, Iván Díaz, hubo autocrítica y, sobre todo, la sensación de que lo ocurrido en Breslavia debe servir como lección de cara a futuros partidos de esta índole, como experiencia para no cometer los mismos errores.

En este sentido, se produjeron reuniones informales entre la alta cúpula, con largas conversaciones entre Manu Fajardo, Ángel Haro, y Ramón Alarcón, CEO del club, y también con Adrián San Miguel, voz autorizada del vestuario verdiblanco. En ella, analizaron lo sucedido sobre el terreno de juego y posiblemente también se empezaría a hablar seriamente de la planificación para la próxima temporada, pues una vez concluida la final, se acelerarán las gestiones de cara a ir solucionando los múltiples frentes abiertos en verano.

Además, fueron evidentes las secuelas físicas provocadas por el partido, pues los dos futbolistas que tuvieron que abandonar el campo por lesión tenían problemas para caminar con normalidad, casos de Ricardo Rodríguez y de Abde. El internacional suizo se quedó en el banquillo en el descanso, mientas que el marroquí trató de forzar, pero no pudo aguantar y Pellegrini lo retiró del terreno de juego en el 52', lo cual el Betis acusó sobremanera, pues casi de forma inmediata empezó la reacción del Chelsea.

Más allá de la seriedad, toda la expedición compartía un pensamiento, el de levantarse de cara a construir un nuevo proyecto que permita de nuevo soñar con una final, a la que acudirán con la lección más que aprendida.