Alrededor de 3.000 kilómetros separan Sevilla de Breslavia, pero no hay distancia que frene la ilusión del beticismo de disfrutar de la primera final continental de los suyos y apoyar al equipo en busca de un título que le permita escribir su nombre en la historia del Viejo Continente.
La UEFA apostó por una sede lejana, en Polonia, para la final de la Conference League, lo que no será un obstáculo para que se desplace el beticismo en masa para teñir de verde las gradas del estadio Wroclaw. De hecho, hay béticos que se movilizaron incluso antes de la resolución de la eliminatoria para reservar vuelo y hospedaje pese al riesgo de que los de Pellegrini cayeran ante la Fiore.
Una vez logrado el pase, el grueso de la hinchada ya empieza a mirar las opciones que ofrecen las conexiones en avión o otras formas de desplazarse a Polonia para no perderse esta cita con la historia.
El puente aéreo ofrece diversas posibilidades a los verdiblancos, aunque también ciertas dificultades, entre otras cosas porque el vuelo directo programado para el mismo día del partido, el 28 de mayo, parte de San Pablo a las 19:30 horas por lo que aterrizará en tierras polacas con el partido prácticamente acabado al haber alrededor de cuatro horas de vuelo. Para no hacer escala desde la capital hispalense, la única opción posible para los béticos es subirse al avión que despega el lunes 26 de mayo y aterriza casi de madrugada en Varsovia, por lo que tendrían que hacer dos noches hasta el partido. Como recoge ABC, el coste de este vuelo asciende a día de hoy a 160 euros.
El aeropuerto de Málaga ofrece conexiones muy interesantes, pues cuenta con aviones directos a Breslavia, con el hándicap de que los programados para el día previo y el día del partido han elevado su precio hasta los 400 euros sin contar la vuelta.
Otras alternativas a estudiar por el beticismo es hacer escala en otras ciudades, como Valencia, Mallorca o Múnich, sin olvidar las conexiones ferroviarias o atreverse a recorrer muchos kilómetros en coche, lo que, obviamente, obligaría a partir con mucha antelación.
Lo que está claro es que el bético moverá cielo y tierra para llevar en volandas a los suyos en busca del título soñado. Esta temporada ya han demostrado en numerosas ocasiones que ni la distancia ni el dinero pueden frenar a la marea verdiblanca y mucho menos para una final.