La traba que ha puesto Carles Pérez a su fichaje
Cuando todo parecía acordado entre el Celta y el Aris de Salónica, el extremo catalán no parece estar seguro de atarse al conjunto griego más allá del próximo mes de junio, por lo que recela de la opción de compra negociada

El Celta de Vigo se ha marcado como prioridad avanzar en la operación salida, inaugurada con la cesión de Carlos Dotor al Málaga. Urge colocar a los descartes para poder seguir dando pasos en una planificación que ha encontrado una importante freno por las dificultades surgidas en la negociación por Bryan Zaragoza, lo que que ha llevado al Real Betis a retomar su interés por el extremo. Para abrir hueco, es necesario desprenderse de salarios altos de jugadores que no tienen cabida en el proyecto, como es el caso de Carles Pérez, cuya marcha a Grecia no acaba de cerrarse pese a que las posturas parecen cercanas desde hace días.
Descartada la vía de su rescisión, pues el catalán no quería perdonar ni un euro de los dos años que tiene firmados, se le ha venido dando forma a una cesión al Aris de Salónica en la que el club gallego tendría que hacerse cargo de parte de su ficha. Acordar el porcentaje que cada club asume, como sucedió el pasado curso con el Getafe, ha sido el gran caballo de batalla, aunque en este punto ya habría acuerdo.
Ahora, sin embargo, las diferencias surgen sobre la opción de compra. En principio, ambas entidades habían pactado un precio de 3 millones de euros, lo que permitiría a los celestes recuperar más de la mitad de lo invertido en su día para ficharlo de la Roma. Pero según el periodista Pablo Carballo, de La Voz de Galicia, es el propio Carles Pérez el que se resiste a incluir esa cláusula en su préstamo.
A sus 27 años, el ex canterano el FC Barcelona ve con buenos ojos poner rumbo a una competición menos competitiva como la Superliga. El fuerte interés del director deportivo del Aris, Rubén Reyes, que ya se lo llevó al Coliseum, le ha convencido. Pero lo que no parece tener tan claro es querer atarse al conjunto de Salónica a largo plazo. Además, el próximo verano podría negociar su futuro de nuevo en una posición de mayor fuerza, al quedarle para entonces solo un año de contrato.
Uno más a las órdenes de Giráldez
Mientras tanto, el extremo se entrena con normalidad a las órdenes de Claudio Giráldez. Desde su entorno aseguran que no tiene prisa por resolver su futuro y que incluso baraja aún diferentes alternativas. Aunque el Celta y el Aris están por la labor de cerrar el trato, el protagonista solo dará el paso si está plenamente seguro tanto a nivel deportivo como económico.