Claudio Giráldez deja en el aire su futuro: "Ya se verá"

Tras suplir con éxito a Rafa Benítez hace dos campañas, logrando una holgada permanencia, y dar un paso más el pasado curso, al lograr un billete para la Europa League, Claudio Giráldez ha sabido superar en este arranque de temporada su momento más complicado al frente del Celta de Vigo. Ha habido que esperar hasta la décima jornada para celebrar la primera victoria en LaLiga, pero los dos triunfos consecutivos ante Osasuna y Levante, unidos al colchón de puntos mullido a base de empates, mantiene fuera del descenso a un equipo que en Europa, además, ha sabido rehacerse tras su tropiezo inicial para sumar 9 puntos de 12 posibles.

En realidad, en ningún momento ha habido dudas en torno a la figura del entrenador pontevedrés, que recientemente llegó a un acuerdo para revisar su contrato por tercera vez en dos años. Un blindaje que, además de una mejora salarial, endurece las condiciones de la cláusula de escape que existía, por ambas partes, al final de esta 25/26, manteniéndose el final de su contrato en 2027. Se espantaban así los fantasmas de su posible 'fuga' después de haber aparecido en las quinielas del Bayer Leverkusen, aunque Giráldez asegura que por su cabeza nunca ha pasado la idea de abandonar Balaídos.

“Soy exigente y ambicioso, pero hoy por hoy no me veo en otro sitio. Me gusta lo que hago y donde estoy. El futuro… ya se verá. No sé dónde estaré dentro de diez años, ni si el club querrá seguir contando conmigo”, afirmó al respecto el preparador celeste en una entrevista concedida a 'Radioestadio Noche', en Onda Cero, donde agradeció el apoyo recibido desde el primer día por parte de la afición: "Siento muchísimo el cariño. La exigencia que tenemos nos permitirá mantenernos en Primera”.

Una discreta carrera como futbolista como lección

Echando la vista atrás, el de Porriño se mostró autocrítico consigo mismo por su carrera como jugador, en la que pasó por las canteras de Real Madrid y Atlético antes de militar en varios conjuntos gallegos y acabar retirándose muy joven. Una experiencia no muy brillante que le ha servido de lección para ser, a sus 37 años, el técnico más joven de Primera división. “No puse toda la carne en el asador cuando era futbolista. Ahora sé que sin dar tu máximo es imposible mantenerse en la élite. He podido vivir del fútbol desde muy joven y he tenido que madurar pronto. A día de hoy me siento preparado para asumir la presión que supone dirigir en la élite”, destacó.

El referente innegable de Cruyff

En ese camino hacia la cima, forjado en la propia cantera del Celta de Vigo, Giráldez no esconde quien fue su referente en los banquillos. "Cruyff ha influido a toda una generación de entrenadores. Quien diga lo contrario, miente. Es uno de los grandes nombres de la historia del fútbol”, señaló sobre el fallecido técnico neerlandés, dejando claro que su intención no es convertirse en un espejo para nadie: "No me considero un héroe. El fútbol tiende a magnificarlo todo, pero al final para mí sigue siendo una profesión menor”.

La gestión con Iago Aspas

Con lo que sí disfruta a diario es con dirigir a jugadores como Iago Aspas, desvelando que a la hora de gestionar la carga de partidos, el gran ídolo del celtismo siente preferencia por estar en los partidos europeos. “Queremos verle más minutos, claro, pero hay que ser inteligentes. Para él los partidos europeos tienen un componente emocional especial”, explicó.

Orgulloso del regreso de Borja Iglesias a la 'Roja'

Junto al de Moaña, además, otro de los grandes nombres propios es el de Borja Iglesias, al que Giráldez ha sabido levantar para sacar de nuevo su máximo nivel, hasta el punto de volver a ser llamado por De la Fuente y contar con muchas opciones de estar en la lista definitiva para el Mundial, algo de lo que se alegra su entrenador. "Su personalidad, su sensibilidad y su conexión con la casa han encajado perfectamente. Nos enorgullece ver jugadores del Celta en la selección; habla bien del trabajo que estamos haciendo”, sentenció.