El detalle del Celta con Manu Sánchez y el Levante
El lateral izquierdo, fijo en los planes de Julián Calero, no tendrá problemas para enfrentarse este próximo domingo al conjunto celeste, con el que sigue teniendo contrato hasta 2028

El Celta de Vigo encontró acomodo el pasado verano a un total de cuatro jugadores como cedidos, que se sumaron así a Tadeo Allende y Luca de la Torre. De estos últimos se espera que en enero, una vez finalizados su préstamos en Inter Miami y San Diego FC, respectivamente, acaben despidiéndose del club celeste de forma definitiva. Pero con el resto habrá que esperar a final de temporada. Mientras tanto, solo Manu Sánchez tiene la posibilidad de enfrentarse al club al que aún pertenece y, por tanto, la oportunidad de reivindicarse ante los ojos de Claudio Giráldez, que lo descartó.

Con Carles Pérez en Grecia (Aris de Salónica), Unai Núñez en Italia (Hellas Verona) y Dotor en Segunda división (Málaga), el lateral izquierdo sí podrá afrontar un encuentro sin duda especial este próximo domingo, cuando el Levante recibirá al Celta en el Ciutat de Valencia a las 14:00 horas. Un choque que además supone un enfrentamiento ante un rival directo en estos momentos, pues los granotas solo tienen un punto menos que el cuadro vigués.
Los números de Manu Sánchez
Se da la circunstancia de que la entidad presidida por Marían Mouriño no incluyó en su cesión al club valenciano la famosa 'cláusula del miedo', por lo que Julián Calero podrá alinear sin problemas a un jugador básico en sus esquemas. No en vano, ha sido alineado en nueve de las diez jornadas de LaLiga y en todas ellas lo hizo como titular, completando un total de seis partidos para sumar ya 778 minutos, en los que además ha firmado una asistencia.
La opción de compra del Levante
Obviamente, en el Celta andan muy pendientes de Manu Sánchez, con la esperanza de que el Levante ejerza a final de temporada la opción de compra pactada el pasado verano, que se eleva a 4 millones de euros. A ello ayuda su buen hacer en este arranque de campaña. Aunque a buen seguro esta semana cruzarán los dedos en Balaídos para que el defensor, que de regresar seguiría teniendo contrato hasta 2028, no tenga su mejor día ante sus ex compañeros.
La amortización pendiente de su fichaje
Mientras tanto, en A Sede deben seguir afrontando la amortización pendiente de su fichaje, incluido dentro del famoso LCPD (límite de coste de plantilla deportiva) que marca LaLiga. De hecho, se trata del caso más gravoso de todos los cedidos, pues si bien su llegada a Vigo se enmarcó dentro de la venta de Javi Galán al Atlético de Madrid, fue registrada como un traspaso cifrado en 9 millones de euros. Una cantidad que al dividirse en los cinco años de contrato que firmó supone un coste de 1,8 millones por temporada. Esa es la cantidad que computa dentro del límite salarial mientras juega a préstamo en el Levante, como sucedió el pasado curso mientras actuaba en el Deportivo Alavés.