Europa espera al Celta con millones de diferencia

La ilusión celeste se estrella contra los números. Los 95,10 millones del Celta quedan muy lejos de los 592 que exhibe el Aston Villa

Europa espera al Celta con millones de diferencia
Europa espera al Celta con millones de diferencia - Cordon Press

El regreso del RC Celta a la UEFA Europa League supone una hazaña deportiva que, en términos económicos y estructurales, representa también un enorme desafío. Con un valor de plantilla estimado en 95,10 millones de euros, el conjunto vigués se encuentra en clara desventaja respecto a la mayoría de sus futuros rivales europeos, muchos de los cuales cuentan con presupuestos y plantillas muy superiores.

A la espera del sorteo de la Fase de Liga, que tendrá lugar el próximo 29 de agosto, ya hay 13 equipos confirmados con billete directo. De todos ellos, solo el Dinamo Zagreb (82,60 millones) y el Go Ahead Eagles neerlandés (35,93 millones) presentan un valor de plantilla inferior al de los gallegos. El resto, con nombres como Aston Villa (592 millones), Crystal Palace (458), Stuttgart (330,23), Oporto (327,90) o Lille (318,35), marcan una brecha enorme respecto al conjunto que dirige Claudio Giráldez.

El bombo cuatro, un hándicap extra

Este contraste resalta aún más el mérito deportivo del Celta, que regresa a la competición continental tras siete años de ausencia. Clasificado por su posición en LaLiga, el equipo celeste ocupará el bombo cuatro —el más bajo del sorteo—, lo que implica que enfrentará a rivales, en muchos casos, con mayor experiencia, profundidad de plantilla y recorrido internacional reciente.

Equipos como la Roma (304 millones), el Bolonia (286,3) o el Betis (173,10) representan, en comparación, estructuras mucho más consolidadas en Europa. Incluso otros clubes sin tanto peso histórico, como el Friburgo (165,85) o el Lyon (226,93), doblan o incluso triplican el valor de mercado de los jugadores del Celta.

La desigualdad no se limita solo a lo económico. El sistema de competición de la Europa League 2025/26, con una fase de liga única de 36 equipos en la que cada conjunto disputará ocho partidos (cuatro en casa y cuatro fuera), premia la regularidad y la profundidad de banquillo. En este contexto, mantener un nivel competitivo durante varios meses requerirá una gestión excelente de los recursos por parte del cuerpo técnico y una plantilla que pueda mantenerse física y mentalmente al máximo nivel.

A pesar de estas dificultades, el Celta se presenta como una de las grandes historias del torneo. Con una base joven, talento emergente y una afición entusiasta que ya sueña con revivir noches mágicas como las de la temporada 2016/17, el conjunto gallego buscará plantar cara a gigantes mucho mejor armados.

El reto está servido: competir sin complejos, crecer desde la humildad y demostrar que el fútbol, más allá de los millones, todavía puede premiar al que cree. Para el Celta, la Europa League no solo es un regreso, es también una oportunidad para dar un paso adelante en su proyecto deportivo, consolidarse en el panorama internacional y volver a escribir su nombre entre los clubes que hacen historia en el continente.