El conjunto dirigido por Vincent Kompany cumplió con los pronósticos y dejó fuera de la Champions League al equipo de Xabi Alonso tras imponerse nuevamente (0-2). Con un global de 0-5, el Bayern Múnich accede a los cuartos de final, donde se medirá al Inter de Milán, en una ruta que podría cruzarlo con el FC Barcelona en unas hipotéticas semifinales. El entrenador del Bayer Leverkusen fue contundente en su análisis tras la eliminación, reconociendo la superioridad del rival: “Quizá hemos restablecido la jerarquía en el fútbol alemán”, comentó tras el encuentro en el BayArena.
"Hicimos un buen partido salvo en los últimos metros. Competimos ante un rival de gran nivel, pero nos toca aprender de esta experiencia. Hasta ahora, nuestro recorrido en la Champions ha sido positivo, pero ahora debemos centrarnos en otros objetivos", afirmó Xabi Alonso, quien ya enfoca su mirada en la Pokal, donde se enfrentarán al Bielefeld en semifinales. El técnico español también destacó la profundidad de plantilla de su rival: "El Bayern tenía prácticamente a todos sus jugadores disponibles, sin apenas bajas, y además pudieron rotar. Solo queda aceptar el resultado y felicitarlos".
Para el Leverkusen, que aspiraba a llegar a los cuartos de final de la Champions League por primera vez desde 2002, cuando alcanzaron la final ante el Real Madrid, el partido comenzó cuesta arriba desde los primeros minutos. El Bayern Múnich mostró su ambición desde el arranque. Harry Kane reclamó un penalti por un agarrón de Jonathan Tah, mientras que Olise desbordaba constantemente a Grimaldo y Hincapié con su velocidad. Por su parte, Musiala encontraba espacios con facilidad y recibía sin oposición entre líneas.
La única esperanza del equipo local pasaba por las jugadas a balón parado, con Alejandro Grimaldo como protagonista. Sin embargo, sus envíos no inquietaron al joven Urbig, portero que reemplazó al lesionado Manuel Neuer.
El Leverkusen intentó reaccionar en la segunda mitad, pero en su indecisión entre atacar o mantener el equilibrio, el Bayern aprovechó su oportunidad. En el minuto 52, un balón parado ejecutado con maestría por Joshua Kimmich permitió a Harry Kane adelantarse a la defensa y empujar la pelota al fondo de la red. El delantero inglés volvió a ser determinante, como ya lo había sido en la ida con un doblete. Además del gol, participó en el segundo tanto al asistir a Alphonso Davies, quien definió cruzado para sellar la clasificación.
A partir de ese momento, el Leverkusen perdió la brújula. Sin su principal estrella, Florian Wirtz, ausente por lesión, y con Grimaldo sin la precisión habitual, recurrieron a un juego más directo con dos delanteros y envíos al área, aunque sin éxito. Por su parte, el Bayern cerró el partido con autoridad. “Quizá hemos restablecido la jerarquía en el fútbol alemán”, comentó el CEO del club, Jan-Christian Dreesen, tras la victoria.
El director deportivo, Max Eberl, reforzó esa idea: "El equipo de Xabi Alonso ha hecho algo impresionante en los últimos 18 meses, pero estamos de vuelta. Lideramos la Bundesliga con ocho puntos de ventaja, estamos entre los ocho mejores de Europa y hemos eliminado al Leverkusen con total justicia. La maldición se ha roto".