Crónica

Sevilla 2-0 Fenerbahçe: Dmitrovic evita la novela turca en Nervión... y los cambios hacen el resto

Sevilla 2-0 Fenerbahçe: Dmitrovic evita la novela turca en Nervión... y los cambios hacen el resto
Joan Jordán, celebrando el 1-0. - Lince.
Alejandro SáezAlejandro Sáez 6 min lectura

Infiel, Secretos de Familia, Tierra Amarga, Hermanos, Inocentes... Esos son los nombre de algunas de las novelas turcas más vistas en España a lo largo del pasado año. Un fenómeno, el de las series otomanas, al que prácticamente todos han acabado sucumbiendo más pronto que tarde. Actores como Can Yaman o Kerem Bürsin, auténticos desconocidos en España meses atrás, son hoy día tanto o más conocidos que el mismísimo Juan y Medio o el clásico Bertín Osborne.

Uno menos habitual, al menos bajo los palos de la portería sevillista, Marko Dmitrovic, fue este jueves el gran protagonista de la victoria del Sevilla FC por 2-0 ante el Fenerbahçe. No marcó ninguno de ellos, pero sí posibilito que el marcador se fuera a cero al descanso tras una desastrosa primera mitad sevillista. Los tantos blanquirrojos llegarían tras el paso por vestuarios, gracias, en parte, también por el acierto de Jorge Sampaoli al mover el avispero y mirar al banquillo.

Los inventos de Sampaoli y un Sevilla deslavazado

Y si acertó Sampaoli con los cambios, erró con el planteamiento inicial. El técnico argentino intentó sorprender a todos en el Sánchez-Pizjuán con un once inicial en el que colocó a Acuña de mediocentro, partiendo Bryan Gil como carrilero desde muy atrás, lo que le hacía partir al ataque demasiado retrasado. Un Sevilla FC bastante deslavazado que, de inicio, dio sobradas muestras de inseguridad y descontrol durante unos primeros compases de partido en el que muchos de sus jugadores parecían estar más pendientes de encontrar el orden que del encuentro en sí.

Eso, sumado a la valentía con la que partió el Fenerbahçe desde el primer momento, generó más de un problema a los de Sampaoli, que en torno al cuarto de hora de partido se vio obligado a retrasar a una posición más habitual a Acuña, lo que poco a poco fue dando algo más de sensatez al juego sevillista.

Para los de Nervión, el mejor durante los primeros 45' fue Dmitrovic, quien se proclamó campeón en varias ocasiones de peligro. Tanto ante Enner Valencia, que lo intentó sorprender en el área como desde lejos, como ante Joshua King, quien con la ayuda de la velocidad de Lincoln por la izquierda y la conexión con Kadioglu y Kahveci tuvo un par de manos a manos, así como un cabezazo solo en el área al epílogo de la primera mitad que se marchó alto. Hasta entonces, la ocasión más clara del partido.

Por parte del Sevilla FC, poco. Prácticamente nada, más allá de una falta lejana botada por Rakitic que buscó área, despejando el arquero rival. En-Nesyri, de cabeza, también remató un córner, pero salió fuera sin mucho peligro. Y así, con más fortuna que fútbol y con un Dmitrovic salvador, el partido se fue al descanso con el 0-0 en el marcador. Sin lugar a dudas, la mejor noticia para el Sevilla FC era esa, las tablas en el luminoso.

Acierto en los cambios tras el descanso

Si decíamos que Sampaoli acertó en los cambios, crucial fue la entrada de Joan Jordan en el descanso. Y no sólo porque suyo fuera el gol que abriera la lata. El catalán, que entró por Alex Telles, descolocado como todo el Sevilla de inicio, le dio equilibrio al juego sevillista, llevando el 1-0 al marcador en el 55' con la ayuda de un rival.

El Fenerbahçe, sin embargo, no se amilanaría, haciendo buscando la portería defendida por Dmitrovic en todo momento. Muchas fueron las ocasiones que lo intentó Enner Valencia, que acabaría siendo sustituido, al igual que Joshua King.

Sin alardes, pero con mucha más confianza y dando muestras de que era un Sevilla muy diferente al de los primeros 45', los de Nervión irían a más, volviendo a mover Sampaoli el banquillo. Lamela y Ocampos entrarían por Bryan Gil y Óliver Torres. Piernas frescas; electricidad para las bandas. Y eso se notó. Tanto, que al final fue el 'Coco' Lamela el que acabó haciendo el segundo gracias a un balón que templó Rakitic en el área. El croata tiró de pausa. No se atrevió a rematar, asistiendo a un Lamela que también se ayudó de un rival para hacer el 2-0 en el 85'. Y ahí, prácticamente, moriría el partido, con un Sevilla FC que se dedicó a dormir el partido defendiedo en bloque bajo, al tiempo que buscaba la frescura de sus hombres de oxígeno. Dmitrovic, mientras tanto, hacía lo propio en la portería.

2-0 y una renta muy suculenta para la vuelta en Turquía dentro de siete días. Dmitrovic evitó la novela turca en Nervión y los cambios de Sampaoli hicieron el resto.

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