El trabajo de José Bordalás en el Getafe está fuera de toda duda. El técnico, que está haciendo historia con el conjunto azulón, está viviendo un gran inicio de año, pero quiere más. El preparador, que ha recibido recientemente el premio a mejor entrenador del mes en LaLiga EA Sports, quiere que los suyos aten cuanto antes su permanencia en el torneo doméstico y, a partir de ahí, empezar a enfocarse en objetivos más ambiciosos. Tras labrarse un nombre en el Coliseum, su futuro sigue siendo un foco de atención para la entidad del sur de la Comunidad de Madrid.
En las últimas horas, el presidente de la entidad, Ángel Torres, ha hablado del futuro de su entrenador, quien busca ampliar el buen momento en el que se encuentra el Getafe. El máximo dirigente, que no suele dar puntada sin hilo, se ha sincerado sobre un asunto que puede preocupar a los seguidores azulones, que adoran a un Bordalás que está alcanzando la categoría de mito en uno de los clásicos de nuestro fútbol.
“Tiene una edad que se merece entrenar en un equipo que sea de Europa. Si es de Champions, mejor. Le han dado el premio a mejor entrenador y en febrero se lo va a volver a llevar. Este año hemos tenido una plantilla menos compensada y ahí están los resultados. Somos el segundo equipo de LaLiga con menos goles recibidos. Son números de los profesionales. La prensa ha sido injusta con él. Han sido muy injustos y ha callado bocas”, consideraba Torres en la gala del 25 aniversario de la Federación de Peñas del Getafe, un momento de lo más especial para todos.
Por otro lado, el presidente habló claro sobre el nuevo estadio, cuyas obras podrían empezar a final de temporada. “Vamos a adjudicar si mañana se cierra todo el contrato e iniciamos las obras. El 25 de mayo terminamos la liga y a partir de ahí en 27 meses. Una de las últimas fases saldremos fuera de Getafe, va a depender de cómo vaya el equipo. Hay que tener cuidado. 27 meses de obra y jugando no es fácil. Estamos haciendo las cosas con tranquilidad. Como tarde el martes lo firmamos y a planificar y a empezar a derribar por fases y espero que a la gente le guste el proyecto. Los niños no van a ver otro campo mejor. Es precioso, moderno. El Bernabéu en pequeño”.
“Hay una presión tremenda, cada vez nos cuesta más convivir. Ahora mirad la bronca que hay con el tema de los árbitros, los equipos grandes están acostumbrados a que vas allí, te meten 3-0 y te dan un cachetito. Y cuando le ganas te dicen ‘hijo de puta, este’”.
“Tengo mucha paciencia. En los palcos no me muevo, no me meto con nadie, pero en Girona tuvimos todos los problemas del mundo. Hubo una persona a la que fui a darle la mano para desearle suerte y me dice que a los españoles no los saludaba. Luego pasaron otras cosas, pero es más grave lo que me hizo el tiparraco este”, apuntaba.