Fabián Ruiz se sincera con Valdano: "No era feliz y a veces decía que no quería ir más a entrenar"
El centrocampista del París Saint Germain, Fabián Ruiz, se sincera en una entrevista mantenida con Jorge Valdano

Fabián Ruiz se consolida como uno de los jugadores más en forma del París Saint-Germain junto con Ousmane Dembélé. El centrocampista sevillano vive una etapa dulce en la capital de Francia, donde acarician un nuevo título liguero y sueñan con llegar lo más lejos posible en la Champions League. El exjugador del Real Betis habla largo y tendido en una reciente entrevista. Habla de su pasado en España, Italia y la experiencia con Luis Enrique al mando.
Fabián fue el último protagonista del programa 'Universo Valdano' de Movistar Plus. El futbolista repasó su carrera desde sus inicios: "Era de los más bajitos del equipo y de mis amigos, y de un verano a otro crecí muchísimo y pasé a ser el más alto. Esa temporada me costó bastante, incluso llegaba a casa después de entrenar llorando. No era feliz y a veces decía que no quería ir más a entrenar".
La madre de Fabián, su referente
El canterano verdiblanco siempre ha manifestado la importancia de su madre en lo que es hoy como jugador y persona: "Cuando se separaron mis padres tenía 10 años y fue un palo muy duro. Con la ayuda de mi hermano lo gestioné mejor. Mi madre lo pasó bastante mal. Yo tampoco fui muy consciente, mi hermano sí porque era más mayor. Fueron años difíciles", recuerda.
Su madre tuvo que hacer grandes esfuerzos para mantener vivo el sueño de Fabián: "Había otro compañero de Los Palacios que jugaba también en el Betis y los padres se iban turnando para llevarnos. A veces iba con mi madre a trabajar desde por la ma��ana porque ella trabajaba en la Ciudad Deportiva del Betis. Mi madre es mi ídolo, el sacrificio que le he visto hacer no se lo veré nunca a nadie".Un Fabián que maduró en su cesión al Elche: "La continuidad que tuve en el Elche fue clave para volver después al Betis, trabajé mucho mi físico. Tenía muchas dudas de si me iban a volver a mandar cedido. Setién me dijo que quería que me quedara, que había visto cosas en mí, pero no me aseguraba jugar. La segunda jornada no me convoca, llamo a mi agente y le digo que me busque una salida. Ya no se podía porque había cerrado el mercado. El próximo partido era contra el Madrid en el Bernabéu, el míster rotó y me puso de titular. Me salió un partidazo, ganamos 0-1 y ya jugué todo. Fue un año maravilloso, nos metimos en Europa".
Su traspaso al Nápoles y la actualidad en París
En 2018 se marchó traspasado al Nápoles, lo que sería un gran paso en su carrera: "Recuerdo que en enero vinieron varios equipos a pagar la cláusula de 15 millones de euros, pero yo no me quería ir porque estaba disfrutando. El club hizo un esfuerzo, renové y en verano el Nápoles pagó 30. Contento, pero triste porque no iba a poder disfrutar de Europa con el Betis. Tenía incertidumbre porque era un país nuevo, otro idioma, otra liga… Me adapté rápido, aunque al principio lo pasé mal porque no entendía nada. Lo bueno es que tenía a Ancelotti de entrenador y a su hijo Davide que sabían español. En Nápoles conocí a uno de mis mejores amigos y hoy en día es como un hermano, vive en París conmigo y todo. El fútbol italiano me dio mucha confianza, mejoré muchísimo y mejoró mi capacidad para hacer goles. Sobre todo desde fuera del área", explicó a Jorge Valdano.

Ahora en París vive su tercera temporada, aunque los comienzos no fueron fáciles: "Me costó adaptarme, sobre todo con el clima. Los equipos son muy físicos y rápidos, es la diferencia que hay aquí en Francia. La Liga no es tan conocida, pero cuando llegas aquí te das cuenta de la dificultad. El club lleva bastantes años ganando, pero tiene la espinita de la Champions. Es una competición muy difícil contra los mejores de Europa, el año pasado nos quedamos a las puertas de la final, es un objetivo hacer historia con el PSG. Poder disfrutar de los tres juntos fue algo inimaginable, único. No parecía real. Se marcharon los tres y ahora no tenemos ninguna estrella mundial, pero somos un equipo más unido".
El objetivo de Fabián
Fabián no fue convocado por Luis Enrique al Mundial de Catar. Una desilusión que le sirvió para crecer: "Cuando estás en una Selección tan buena es difícil ir convocado, siempre estoy pendiente de la lista. Cuando salió la del Mundial, que es algo que siempre he soñado, lo tuve que aceptar. Fue una motivación para seguir mejorando".
Con el Mundial de 2026 a la vuelta de la esquina, Fabián no pierde la esperanza de estar entre los elegidos: "La clave nuestra fue la unión, las ganas y la ambición por hacer algo bonito. Hicimos una Eurocopa increíble, a pesar de jugar contra los rivales más fuertes, será recordada por siempre. El Mundial es un objetivo. Queremos hacer algo histórico, será mi primer Mundial además. Con la Selección no he perdido ni un partido de los más de 40 que he jugado, ojalá poder mantener la racha hasta después del Mundial".
