Aliado inesperado e influyente para Luis Rubiales: "Estoy dispuesto a ayudarle"

Luis Rubiales se encuentra en una situación límite por toda la polémica generada por su beso no consentido a Jenni Hermoso y la activación por parte de la Fiscalía de un proceso judicial contra él que ya se ha puesto en marcha. De hecho, los testimonios de las campeonas del mundo Alexis Putellas, Misa Rodríguez e Irene Paredes y, por supuesto, el de la delantera del Pachuca han acorralado al motrileño, al que su actitud en la celebración del titulo le ha costado ya su puesto en la RFEF.

Debido al cariz que tomaron los acontecimientos, todo el mundo le ha dado la espalda, y, los que antes eran sus a amigos o cargos de confianza, se han rebelado contra él. Sin embargo, ahora que está prácticamente solo más allá de su familia, Rubiales se ha encontrado con una mano tendida completamente inesperada, más concretamente la de su antecesor en el cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, una persona muy influyente en el mundo del fútbol que ocupó el sillón durante 29 años.

Villar ha sorprendido al asegurar en la SER que está dispuesto a apoyar a el granadino, pues a él también le dieron de lado y sabe perfectamente lo que se sufre. "No he hablado con Rubiales, pero sí estaría dispuesto a ayudarlo. Sé lo que te pasa en el alma y sé lo que ocurre cuando tus amigos dejan de serlo", comentó Villar, que se pone en la piel del motrileño y, de camino, manda un recado a los dirigentes de las federaciones regionales: "A mí me abandonaron montones de personas, de la Federación también. Lo peor que ha podido producir a Rubiales es la denuncia de los presidentes de federaciones autonómicas que en dos días cambiaron de criterio. El comunicado de los jugadores, con los capitanes, también le ha tenido que doler muchísimo. A mí me hubiera dolido mucho eso".

Es más, Villar llegó a afirmar que, aunque ningún caso se puede justificar lo que hizo Rubiales, entiende que en un momento de euforia no se controla de la misma manera. "Me afectó muchísimo lo de tocarse sus partes en el palco, así como el beso con Jenni Hermoso. No me gustó y creo que no lo haría, pero sí puedo comprender que pierdes el control cuando consigues ese éxito. No quiero justificar nada".Además, Villar señaló directamente a los asesores de Villar. "Lo que vino después fue otra equivocación y yo le echo mucha culpa a los asesores. No tenía que haber intentado convencer a la futbolista", comentó el expresidente de la Federación, que también apuntó a los medios: "Pienso que se ha extralimitado la información. Nunca había visto que los telediarios abrieran con esa noticia".