Caparrós analiza su rol de 'escudo' contra las protestas de la afición del Sevilla
El entrenador muestra su gratitud hacia el cariño que siempre ha recibido de la grada y deja claro que no pretende evitar manifestaciones contra la gestión, sino simplemente demostrar sus ganas de ayudar a revertir la situación deportiva

El Sevilla FC encara el duelo de este domingo ante el Deportivo Alavés en medio de un incendio de gigantescas dimensiones y con varios focos activos. La crisis deportiva la evidencian las cuatro derrotas consecutivas que encadena y el consecuente despido de Xavier García Pimienta, pero las llamaradas más altas las provocan la aguda crisis económica, la desesperante guerra institucional y el cisma social. Las protestas contra la gestión de Del Nido Carrasco ya son unánimes, como se comprobó en el anterior partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán (ante el Atlético), y para mañana hay convocadas nuevas manifestaciones contra la directiva. En cierto modo, da la sensación de que Joaquín Caparrós ha sido elegido como técnico interino debido a su gran predicamento entre la hincha nervionense; pero el utrerano ha querido dejar muy claro que no ha vuelto para ser el escudo de nadie, sino para levantar la dinámica de su amado equipo con cantera, casta y coraje.

Las protestas convocadas en Nervión y la presión en los jugadores
"Eso es una cosa que yo... Mira, yo lo que creo es que el ambiente dentro del terreno de juego va a ser espectacular y va a estar todo el mundo apoyando a los futbolistas. Estoy completamente convencido porque conozco a la afición del Sevilla FC y, luego, lo que haya fuera del campo, pues es otra historia. Los aficionados tienen su derecho de manifestarse, pero yo sólo sé que dentro del terreno de juego la gente va a estar con sus futbolistas, con su juego y con su camiseta. Seguro", ha manifestado Caparrós en la rueda de prensa previa al partido ante el Alavés.
"Es importante que nos salga bien las cosas, que salgan como la gente quiere. Y cuando la gente tiene lo que quiere es más fácil para todos. Para el equipo y para mí, que acabo de llegar y de conocer al grupo a nivel profesional. Lo importante es el terreno de juego. Ya lo he comentado un montón de veces. Conozco a la plantilla, pero una cosa es conocerla y otra es estar ahí ya en el verde. Y en el verde tengo que mirarles los ojos y ver las reacciones, cómo lo hacen y en qué nivel anímico están", ha agregado acerca de si cree que las protestas contra el palco atenaza a los jugadores.

No se siente 'un escudo' contra las críticas
"Bueno, escudo no. El aficionado, insisto, es libre de protestar, pero estoy seguro de que nuestra afición sabe cómo estamos jugando, sabe lo que nos estamos jugando y estoy seguro de que en el campo va a estar con los futbolistas. Repito que, a partir de ahí, todo el mundo tiene su derecho a expresarse. La afición es soberana, protesta y se manifiesta como quiere; pero, una vez que entra y huele el césped de nuestro templo y ve a nuestros futbolistas, estoy completamente seguro de que ahí van a estar volcados con sus jugadores", ha insistido sobre el tenso factor ambiental.
Lo que es evidente que el nexo entre las cuatro etapas de Caparrós es el cariño de la gente. "¿Por qué me quieren? Bueno, no lo sé, eso se lo tenéis que preguntar vosotros a la gente. Yo lo único que pongo es mi seriedad, mis ganas de trabajo, de transmitir mi experiencia y aportarle a un grupo que, insisto, tiene una buena predisposición. He venido para aportarle todo lo que sea para conseguir resultados. Yo creo que la gente ve que estoy ilusionado y eso es lo que yo quiero transmitir a la gente, mis ganas. Y que esas ganas que tengamos pues que se las transmitamos también a los futbolistas y que pongamos toda esa energía en el balón. Y que consigamos un resultado positivo".
