Decisión tomada con García Pimienta: Caparrós da una respuesta

El técnico catalán se la juega ante el Valencia. Salvo sorpresa, ya está decidido que no seguirá la próxima campaña, pero su adiós se precipitaría su cae la cuarta derrota seguida en Mestalla. No hay muchas opciones para sustituirlo y el utrerano, alternativa de consenso, ya desliza que se encuentra preparado si suena su teléfono

Fernando MateosFernando Mateos 5 min lectura

Aunque la afición miró de forma unánime al palco para pedir en masa la marcha de Del Nido Carrasco, exigiendo también de paso la del director deportivo, Víctor Orta, el gran damnificado de la derrota ante el Atlético de Madrid, la tercera seguida, no es otro que Xavi García Pimienta. El Sevilla FC sufre un terremoto interno a todos los niveles y, como suele ser habitual, quienes mandan lo primero que piensan para intentar frenar estas situaciones siempre es un cambio en el banquillo. Por ello, la decisión con el catalán ya está tomada. Salvo sorpresa mayúscula, no seguirá la próxima campaña. De hecho, su continuidad no está siquiera asegurada más allá del próximo Viernes de Dolores.

Renovado meses atrás hasta 2027, el ex de la UD Las Palmas ha ido perdiendo poco a poco la confianza de quienes gobiernan el club. Argumentos ha dado para ello, pues sólo ha sido capaz de sumar 9 victorias en 30 jornadas, convirtiéndose en el técnico con peor porcentaje de triunfos en la historia sevillista de entre todos los que han alcanzando al menos esa cifra de partidos en el banco. Pero, además de vencer poco, la relación se ha ido tensando desde que le diera por levantar la voz para criticar la labor de la entidad en el pasado mercado de enero. Además, no convence nada su dirección de los encuentros, pues rara vez aporta con los cambios, y se tiene la certeza de que ha perdido el control del vestuario, como quedó patente con las críticas públicas de Carmona o Badé.

Por todo ello, García Pimienta se la jugará en Mestalla ante el Valencia. Ya salió muy tocado de El Gran Derbi y la derrota ante el Atlético ha traído consigo el ultimátum. De caer en la capital de Turia, la idea inicial es apostar por su destitución, aunque él aseguraba encontrarse "con muchísima fuerza" tras el choque antes los colchoneros. Si logra revertir la dinámica, continuará, pero pase lo que pase de aquí a final de temporada, la opinión generalizada en el seno del club es la de poner fin a este proyecto. De hecho, ya se tantean entrenadores como Iñigo Pérez, al que el Rayo Vallecano desea renovar y a quien pretende también Osasuna.

Pero antes de pensar en el futuro, hay que tratar de solventar la papeleta esta misma campaña. Raro es el técnico que se presta a hacerse cargo de un equipo en estas circunstancias si no conlleva un acuerdo más duradero. Por ello, como informa ABC de Sevilla, desde la planta noble del Sánchez-Pizjuán admiten que no hay muchas opciones sobre la mesa y el principal candidato para tomar las riendas no es otro que Joaquín Caparrós.

Ya solventó dos papeletas similares hace algunos años

A sus 69 años, el utrerano lleva sin entrenar desde hace más de dos años, cuando dejó la selección de Armenia. De recibir la llamada de otro club diferente, no tendría nada claro volver a los banquillos. Pero por su Sevilla haría una excepción. De hecho transmite que se siente preparado para ese reto, similar a los que le tocó vivir en la 17/18 y la 18/19, cuando tuvo que sustituir a Montella y Pablo Machín, respectivamente, para cerrar sendas clasificaciones para la Europa League.

Tampoco se descarta la opción de ascender a Jesús Galván, técnico del Sevilla Atlético, pero la de Caparrós es la opción de consenso por varios motivos. Conoce muy bien la realidad del equipo, pues no se pierde un partido en el estadio, y en la entidad consideran que traería consigo un efecto aglutinador para lograr que la afición se vuelque en arropar al equipo en esta recta final de temporada. Sólo serían seis partidos y en su carrera ha dado muestras de saber manejar ese factor motivacional que casi resulta ya más importante que otro aspecto para lograr los puntos que faltan para cerrar la permanencia.