Del Nido Carrasco, el cambio de presidente en noviembre, la continuidad de Monchi y el papelito a Sampaoli

El vicepresidente de la entidad de Nervión ve a Monchi "con las mismas ganas de trabajar que el resto", reconoce que pidieron a Sampaoli un "Sevilla más práctico" y que hay un cambio en la presidencia pactado para este mismo año

Del Nido Carrasco, el cambio de presidente en noviembre, la continuidad de Monchi y el papelito a Sampaoli
Del Nido Carrasco, el cambio de presidente en noviembre, la continuidad de Monchi y el papelito a Sampaoli - UES
Fernando RuizFernando Ruiz 5 min lectura

En una temporada mala en lo deportivo, uno de los principales señalados sino el que más está siendo el director deportivo Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. Él mismo incluso ha asumido toda la responsabilidad y los errores en la planificación, que intentó arreglar en la medida de lo posible durante el mercado de invierno. Todo ello ha provocado que se hable de su continuidad o no más allá del próximo 30 de junio, y aunque el propio Monchi ha dejado entrever que no piensa salir, nadie dentro del club se atreve a confirmarlo.

"Es una pregunta para Monchi. A día de hoy no es oportuno hablar de nadie. Hay que poner nuestra mejor versión para salvar la temporada. Ya hablaremos el 5 de junio. Todos estamos al servicio del equipo. Monchi nos ha transmitido que tiene las mismas ganas de trabajar que el resto", dijo ayer al respecto José María del Nido Carrasco en su intervención en Radio Sevilla.

Además de hablar sobre el proyecto del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán y el inicio de sus obras o las decisiones arbitrales que están perjudicando al club de Nervión, el vicepresidente del Sevilla Fútbol Club también habló de otros muchos temas.

Relación entre Monchi, Castro y él mismo: "Monchi Pepe Casto y yo no somos infalibles. Tenemos unos números que avalan la trayectoria de Monchi. No mantuvimos a un entrenador que estaba peleando el descenso. Nos hemos equivocado trayendo jugadores, este año y hace siete. Este año hemos traído jugadores que veíamos que no servían. Sacar pecho no tiene sentido, pero hemos ganado 10 títulos. En el seno del comité de dirección no ha habido falta de conexión. Tenemos la misma relación que hemos tenido siempre".

La guerra judicial afecta en el día a día a los dirigentes: "Habrá estabilidad accionarial los próximos años. Estamos centrados en salvar la temporada y disfrutar de la Europa League. En noviembre de 2023 hay cambio de presidente y de vicepresidente que el consejo determinará. Como sevillista me entristece que el club esté judicializado. Es una pena. Todos los sevillistas deberíamos pensar en el Sevilla y volver a la naturaleza del pacto. No creo que un equipo gane partidos por cuestiones externas, pero la guerra accionarial no trae nada bueno. Eso no ayuda. La situación deportiva es responsabilidad de Pepe Castro, Monchi y yo".

Se nota la mano de Mendilibar: "Era lo que el club necesitaba. De momento estamos muy contentos con la labor del entrenador. Es un técnico experimentado, que sabe moverse en estas situaciones. Tiene experiencia, cordura. Le da al equipo las herramientas para que con poco saquemos los partidos adelante. Hay puesto orden y ha puesto herramientas sencillas para que el equipo sea más sólido. Cada entrenador cree en un modelo de juego. Le dijimos a Jorge que el equipo debía ser más práctico. El Sevilla está para sumar de tres en tres y hacer las cosas sencillas. Le dimos el papelito, lo leyó, pero creo que no le echó cuenta".

Sin Europa, una plantilla diferente: "Hemos echado más dinero del que se debía en el campo. El año pasado pensamos que el podríamos competir la Liga al Madrid, haciendo una apuesta arriesgada. Si el año que viene no competimos en Europa habrá que amoldar los gastos de la primera plantilla a los ingresos de no jugar en Europa, pero buscando ser igual de competitivos que en temporadas pasadas. Lo normal es que en Liga el Sevilla no juegue competición europea. Tocaría reestructurar la plantilla".

Posibilidad de firmar un nuevo pacto para la gobernabilidad del club: "Si firmamos un pacto de ocho años de vigencia, es que el pacto existe. Si en 2027, cuando acaba su vigencia, quisiésemos cambiar el pacto entendería que se hiciera uno nuevo. Por nuestra parte el pacto no se ha incumplido, no hay razones para que se resuelva. Si se grita Pepe Castro, es como si se me gritara a mí. Hago mías esas críticas. Merecemos todas las críticas. Este año no tenemos perdón. Todo lo que nos piten es poco".

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