El delantero que tuvo fichado Víctor Orta vuelve a la casilla de salida

El trabajo de Víctor Orta en el Sevilla FC es criticado por gran parte de la afición. De hecho, entre las ya habituales protestas contra Del Nido Carrasco suelen colarse también gritos que piden la destitución del director deportivo, refrendado en su puesto por el mismo presidente que cada partido ve cómo la grada pide su marcha de forma unánime. Como siempre, en el haber del responsable de la planificación nervionense hay aciertos y errores. Pero entre estos últimos pesan mucho sus elecciones para el ataque. Si exceptuamos a Peque, que se estrenó ante el Alavés pero en realidad viene ocupando otras posiciones y no la de punta de referencia, ninguno de los delanteros fichados por el madrileño ha conseguido ver portería en LaLiga.

La nómina comenzó a Mariano Díaz y continuó con Alejo Véliz, Kelechi Iheanacho y Akor Adams. Pero entre medias, Orta tuvo fichado a otro ariete en el mercado invernal de la pasada campaña. Robert Bozenik incluso viajó a la capital hispalense para pasar el preceptivo reconocimiento médico, pero regresó por donde vino sin enfundarse la elástica blanquirroja. Existía un acuerdo total con el Boavista, propietario de sus derechos, para adquirir su pase por 5 millones de euros más variables. Pero los problemas legales del club portugués dieron al traste con la operación.

"Llegamos a un acuerdo. La noticia se filtra y recibimos dos requerimientos judiciales del Boavista con una tercera entidad y esos precios eran superiores al precio de traspaso del Sevilla. Esos requerimientos judiciales se tenían que incluir en el contrato. Nos piden tiempo para negociar, se lo damos, buscamos una solución y nos piden dos horas más para negociar esa deuda. No lo consiguen y el jugador no lo puede firmar porque eso no está en manos del Sevilla", explicó el propio director deportivo días después.

Ahora, después de frustrarse en otras ocasiones su salida del conjunto luso, todo parecía hecho para que el ariete eslovaco, cuyos números han ido a menos desde entonces (sólo 4 goles esta temporada), al fin pudiese hacer las maletas. Hay un trato cerrado con el Real Salt Lake de la MLS de los Estados Unidos y el atacante ha completado con éxito el examen médico. Pero según informa el periodista Florian Plettenberg, el traspaso corre el riesgo de romperse después de que el Boavista haya presentado unas exigencias adicionales que el club norteamericano no puede ni quiere cumplir. Como le sucedió en Nervión, Bozenik, a sus 25 años, podría tener que emprender de nuevo el camino de vuelta, pese a tener un contrato cerrado hasta 2028 con opción a un año más.