La pesadilla oculta de Saúl en el Sevilla
El centrocampista, que no continuará en Nervión, arrastra un problema que ha condicionado su recta final como sevillista y le obligará, posiblemente, a decir adiós sin jugar ante el Villarreal

La llegada de Saúl Ñíguez al Sevilla en verano sorprendió y generó enormes expectativas al tratarse de un futbolista de prestigio y con una magnífica trayectoria a sus espaldas, pero lo cierto es que no ha respondido a las expectativas y su rendimiento ha causado una profunda decepción en Nervión.
Más allá de su compromiso, presente en sus declaraciones y en que nunca se ha escondido, sobre el césped no ha aportado lo que se esperaba y el club no cuenta con el alicantino para el próximo proyecto. Cabe recordar que finalmente no se desvinculó del Atlético y que llegó por medio de una cesión con opción a otra sin que los colchoneros tengan capacidad de decisión, por lo que, en primera instancia, tendría que regresar a la entidad colchonera.
Se trata de una despedida triste, muy alejado de lo deseado y esperado cuando aterrizó, y es que, probablemente, ni siquiera podrá decir adiós con la elástica blanquirroja tanto en cuanto se antoja más que probable que no entre en la convocatoria para el último partido de la temporada ante el Villarreal.
De hecho, Saúl ya se cayó de la lista contra el Real Madrid debido a unas molestias que ha soportado para ayudar al equipo a salvar la categoría y que condicionan su epílogo como nervionense. Así, el diario As afirma que el centrocampista ha forzado en las últimas semanas y ha jugado infiltrado por los dolores sufridos debido a una tendinitis rotuliana, reflejo de sus ganas de aportar para evitar el desastre del club sevillista.
De este modo, una vez que el Sevilla logró la salvación con el triunfo ante Las Palmas, los servicios médicos le recomendaron parar y tomarse un descanso para poder recuperarse, motivo por el que los 14 minutos que jugó contra los canarios fueron los últimos en su etapa en el Ramón Sánchez-Pizjuán, condicionada por sanciones y una lesión en los primeros meses como blanquirrojo.
Ahora su futuro, a sus 30 años, pasa seguramente por emigrar al fútbol árabe o alguna que otra liga exótica una vez que su primera aventura importante tras su larga trayectoria en el Atlético ha resultado muy infructuosa más allá de momentos puntuales en los que sí ha mostrado que se trata de un futbolista de categoría.
En Nervión ha disputado un total de 1.690 minutos repartidos en 26 partidos, con un saldo de un gol y seis asistencias.