Aitor Torvisco7 min lecturaYa lo advertían el presidente, José Castro, y el director deportivo, Víctor Orta, en la previa de la segunda jornada de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League. El empate en casa ante el RC Lens de hace dos semanas obligaba al Sevilla FC a compensar ese tropiezo con un triunfo a domicilio ante el PSV Eindhoven, este pasado martes, antes de encarar dos duelos seguidos contra el indiscutible favorito para liderar el Grupo B, un Arsenal FC que para colmo de males perdió en Francia (2-1) y complicó aún más la situación de los nervionenses, que tras el controvertido 2-2 en el Philips Stadium se quedan terceros con dos puntos, uno más que los neerlandeses y por detrás de ingleses (3 puntos) y galos (4). Los de Mendilibar regresan de los Países Bajos muy frustrados por no poder ganar y muy enfadados con la labor del árbitro italiano Daniel Orsato.
Por momentos, el Sevilla FC sufrió en defensa, pero tuvo ocasiones suficientes para sumar los tres puntos, pues se pusieron por delante en dos ocasiones, la segunda contestando de manera inmediata al polémico 1-1. Además, mandó dos balones a la madera, con disparos de En-Nesyri y Lukébakio, y no supo cerrar el encuentro ante la ofensiva desesperada del PSV. No obstante, sobre todo, el equipo blanquirrojo se siente tremendamente perjudicado por las decisiones de Orsato y de sus asistentes desde la sala del VAR, quejas que no comparte en absoluto la UEFA, según las explicaciones que han dado en varios foros diversos representantes del máximo organismo del fútbol europeo.
El Sevilla FC se queja amargamente del gol anulado a Adrià Pedrosa en el minuto 52, aún con 0-0 en el marcador, ya que el lateral zurdo tiene la mano totalmente pegada a su vientre, no ocupa más espacio del corporal y el balón sale de un rival a escasa distancia dirigiéndose directamente a la zona del estómago. También considera inexistente el penalti señalado a Sergio Ramos en el 83' y con 1-0. El camero se lanza a ras de suelo para intentar bloquear un posible disparo de Tillman, que se deja caer antes incluso de ese mínimo contacto al que se agarra el árbitro italiano Massimiliano Irrati, a cargo del VAR, para indicarle a su compatriota Daniele Orsato que señale pena máxima. En ninguna de las dos acciones acudió al monitor a ver las repeticiones y lo dejó todo en manos del videoarbitraje y el pinganillo.
No acaba aquí la indignación sevillista, pues En-Nesyri puso el 1-2 con un fantástico cabezazo en el 86', sólo tres minutos después de que De Jong empatase el marcador abierto por Gudelj, y ponía en bandeja la victoria de su equipo. Se truncó en el quinto de los seis minutos añadidos, tras una discutible falta de Sergio Ramos sobre el exnervionense y actual capitán del PSV. El camero y el neerlandés forcejean por un balón a escasos milímetros del rostro del juez de línea, sin demasiado contacto ni brusquedades. El exmadridista pecó de exceso de inocencia o confianza (el mismo dijo que no es lo mismo jugar en el Sevilla que en Madrid) al rodear con su brazo el cuerpo del rival y Orsato pitó una falta que acabó con el definitivo 2-2, obra de Teze.
El enorme revuelo generado por el arbitraje de Orsato en el duelo entre PSV y Sevilla FC, ha forzado la reacción de la propia UEFA, que considera que el colegiado italiano acierta en las tres acciones que indignan a los andaluces. Según la información publicada hoy en Mundo Deportivo por el periodista Ramón Fuentes, representantes autorizados del máximo organismo continental explican que el VAR actuó de manera acertada porque hay una "inmediatez entre la mano involuntaria de Pedrosa y la consecución del gol", que el mismo jugador es quien intercepta el balón con la mano y finaliza la jugada.
"La norma de la International Board aduce que será considerado como mano punible, incluso cuando es accidental como se puede interpretar ayer cuando marca gol inmediatamente después de que el balón le toque en la mano o en el brazo, incluso de manera involuntaria. Luego aquí no se consideró si el golpeo fue con la mano pegada en el cuerpo, como así sucedió, sino en la consecuencia de la misma. Y, según normativa actual de la IFAB, está bien señalada por el colegiado y con el acierto del VAR", añade.
Asimismo, la UEFA no ve error alguno en las dos rigurosas infracciones señaladas a Sergio Ramos, pues considera que tanto en el penalti sobre Tillman como en la falta lateral a De Jong existe un contacto que, por mínimo que sea, resulta innegable, por lo que estima que debe ser el árbitro el que interprete el grado de incidencia que tiene sobre la acción juzgada. En ambos casos, tanto Orsato como Irrati (en el VAR) consideraron que eran acciones punibles. El propio central aseguro con sorna en sus 'stories' de Instagram que el árbitro le dijo que el contacto en el penalti "era muy claro". El '4' aporta el vídeo de la acción para demostrar que no hay nada.