Alberto Viñuela3 min lecturaNo ha llegado a declarar el Almería el estado de euforia al estar aún inmerso en la pugna por la permanencia, pero sí viaja al Bernabéu sin presión y con uno de sus mejores momentos anímicos de la temporada después de vencer en Getafe, un rival directo al que dejó muy tocado, destitución de Quique Sánchez Flores incluida. El conjunto de Rubi se presentará en el Santiago Bernabéu sin urgencias y con la oportunidad de lograr un triunfo en un recinto en el que nunca ha logrado puntuar.
Los almerienses han visitado el templo blanco en media docena de ocasiones, perdiendo siempre. Ha realizado partidos vistosos, como el de su primer partido ante el Real Madrid, un 15 de septiembre de 2007. Ese día, a pesar de perder 3-1, el Almería y Unai Emery dejaron el sello de un equipo que meses después se consagró como la revelación del campeonato, convirtiéndose el técnico vasco en uno de los mejores del mundo. La cruz estuvo en ese 0-8 del ejercicio 10-11, con los rojiblancos ya descendidos, pasillo a Dudek incluido. Sea como sea, los guarismos dan la espalda al Almería: apenas le ha hecho cuatro goles en el Santiago Bernabéu, por los cuatro recibidos.
Pero este Almería está decidido a romper las estadísticas: lo hizo en Getafe, donde logró su primera victoria en la élite en la Comunidad de Madrid en un triunfo muy especial para el vestuario rojiblanco, el único de la categoría que aún no había ganado en condición de foráneo. De hecho, el conjunto indálico estuvo hasta este jueves sin conocer la victoria como visitante en Primera División. Lo hizo ante un rival directo en el Coliseum Alfonso Pérez, de donde salió el conjunto de Rubi muy reforzado, sobre todo tras las críticas recibidas tras perder en el Metropolitano y como local frente al Athletic.
Resta por ver si en el Santiago Bernabéu sacará esa versión valiente mostrada desde el primer minuto en Getafe u opta por ser más conservador con un bloque bajo que busque contragolpear a la contra con la velocidad de jugadores como Baptistao o Ramazani. Sea como sea, Rubi no arriesgará en demasía con los cuatro apercibidos que tiene (Samu Costa, Puigmal, Melero y Luis Suárez) al tener en el horizonte el partido frente al Elche el próximo martes (19:30 horas). Babic sí estará en ese encuentro ante los ilicitanos tras ver la quinta amarilla en la recta final del encuentro en Getafe.