Álvaro Palomo3 min lecturaGaizka Garitano se hizo cargo del Almería durante el anterior parón de selecciones tras la destitución de Vicente Moreno con el objetivo de levantar a un equipo que se encontraba hundido en la clasificación sin capacidad de reacción. Se apostó por un entrenador con experiencia en situaciones de esta índole después de manejar perfiles muy distintos.
Cuatro jornadas después, con la llegada de un nuevo paréntesis de selecciones, el panorama en el Estadio de Los Juegos Mediterráneos es completamente desolador, pues lejos de haber una reacción, el Almería ha continuado su hundimiento: ocupa la última plaza, con solo tres puntos en su casillero, los mismos con los que cogió al equipo Garitano y a seis de la salvación, más lejos que cuando aún estaba en el banquillo Moreno.
Y es que los números del equipo con Gaizka Garitano resultan completamente paupérrimos, pues ha dirigido cuatro encuentros hasta el momento y no ha sumado ni un solo punto. Así, ha caído con Girona (5-2), Las Palmas (1-2), Alavés (1-0) y Real Sociedad (1-3), con un bagaje muy negativo de 11 goles encajados, casi a tres por choques, y únicamente cuatro a favor.
El problema radica en que Garitano no ha solucionado uno de los principales problemas que arrastraba el Almería de Vicente Moreno, que era su flaqueza en la retaguardia. La cantidad de goles encajados y las desaplicaciones cometidas por los indálicos reflejan que el técnico no ha dado con la tecla en este apartado, vital para comenzar la reacción.
De este modo, ya han empezado a surgir voces en el seno del club y en la grada que cuestionan la continuidad del preparador vasco al frente del equipo en vista de que no ha habido ningún atisbo de reacción más allñá de alguna que otra polémica arbitral. Sin embargo, no hay unanimidad al respecto, pues se considera que tampoco dispone de mimbres suficientes y que todavía es pronto para su destitución. Por ello, salvo giro de última hora, dispondrá de este nuevo parón para recomponer al equipo y tratar de recuperarlo física y anímicamente.
Sin embargo, este último gesto de confianza está sujeto por pinzas y un nuevo traspié en el regreso de la competición en el campo del Getafe supondría el final de la etapa de Garitano en el Almería, pues después afronta dos citas muy complicadas ante el Real Betis en casa y el Atlético de Madrid fuera a principios del mes de diciembre. Las aguas están muy revueltas en Los Juegos Mediterráneos.