El brutal zasca de Verstappen a Horner

Max Verstappen volvió a reinar en Monza y lo hizo con un mensaje directo que ha generado ruido en el paddock. El neerlandés, que logró la victoria número 66 de su carrera en el Gran Premio de Italia, dejó claro que Red Bull ha dado un giro en su rendimiento en las últimas semanas. Y, de paso, deslizó un ‘zasca’ a la gestión anterior de Christian Horner.

El cuatro veces campeón del mundo no solo celebró el triunfo en el mítico Autódromo Nazionale, también destacó que ahora el equipo entiende mejor qué necesita para volver a estar delante. “Hasta ahora, hemos tenido muchas carreras en las que hemos dado todo en la configuración del coche. Fueron cambios extremos, lo que demuestra que no teníamos el control. No entendíamos bien qué hacer”, reconoció. Unas palabras que, aunque sin citarlo directamente, apuntan al pasado inmediato bajo el mando de Horner.

Mekies, la pieza que faltaba

Y es que el aterrizaje de Laurent Mekies en la dirección del equipo ha marcado un punto de inflexión para Red Bull. El propio Verstappen no dudó en señalarlo como responsable del nuevo rumbo: “Como Laurent tiene formación en ingeniería, les está haciendo las preguntas correctas. Creo que eso funciona muy bien. Te da una idea de la dirección, y hemos estado trabajando en ello”.

El neerlandés añadió que el paso adelante se notó ya en Zandvoort, donde fue segundo, y se confirmó en Monza con una victoria contundente. “Aquí dimos otro paso. La sensación fue aún mejor”, insistió.

Helmut Marko, siempre cercano al piloto, coincidió en el diagnóstico: “Ya no se siguen las simulaciones ciegamente. Ahora la idea es tomar los resultados, pero combinarlos con la experiencia de Max y nuestros ingenieros”.

El valor del equipo

Pese a las alabanzas, Mekies quiso rebajar expectativas y dar todo el mérito al personal de la fábrica. “Mi contribución es nula, no bromeo. Hay 1.500 personas trabajando para que el coche sea más rápido. Son las personas con talento las que crean opciones con nuevos componentes. Yo solo intento facilitar el trabajo”, aseguró con humildad.

El resultado, sin embargo, habla por sí solo: Red Bull ha vuelto a golpear en uno de los templos del automovilismo. Y Verstappen, más incisivo que nunca, ha dejado claro que su confianza está en una estructura renovada que parece haber encontrado, al fin, el camino. ¿Quién sabe qué habría pasado si Mekies hubiera llegado antes a Red Bull y no con el campeonato ya prácticamente imposible para ellos?